Supervivientes de la 'guerra olvidada'

Por Joel Ortiz Rivera

joel.ortiz@elnuevodia.com

Uno, quizá selectivamente, tiene muy pocos recuerdos del horror vivido en las cercanías del Pequeño Gibraltar, vio a compañeros hacerse los muertos para preservar la vida en el campo de batalla y no está seguro si con su ametralladora calibre .50 le quitó la vida a algún enemigo, aunque sí disparó.

El otro perdió la facultad de escuchar por el oído derecho a causa de un estallido, asegura haber caminado Corea casi completa, desde el sur hasta el Paralelo 38 y al regreso hizo una parada en Pyongyang, y recuerda con precisión ver tanques y vehículos barredores de minas aplanar los cadáveres que se amontonaban en el camino.

Francisco Pérez Sánchez y Pedro Navarro Barros, respectivamente, eran jóvenes de 18 años cuando la vida los llevó a ser dos de los 61,000 puertorriqueños que vieron acción en la llamada Guerra Olvidada: el conflicto bélico en Corea, que entre junio de 1950 y el 27 de julio de 1953 -el miércoles se cumplen 58 años- reclamó la vida de 756 boricuas, la guerra más costosa para Puerto Rico en términos de vidas.

"Fue una guerra mala, porque aún yo no sé para qué. Para nada. Corea del Norte sigue aparte de Corea del Sur", dijo Pérez Sánchez, quien en búsqueda de "ver mundo", se enlistó justo después de graduarse de escuela superior, tuvo cerca de dos meses de entrenamiento en Camp Tortuguero y pasó ocho meses de su vida en este cruento episodio de la historia militar estadounidense.

Recuerda el tortuoso viaje de ida en barco a través del Canal de Panamá, rumbo a Hawai y luego Corea, donde, con un campo de batalla repleto de boricuas, fue puesto a cargo de un grupo de 14 soldados en una compañía estadounidense porque hablaba un poco de inglés.

En las gélidas tierras coreanas aprendió a "tener mucha, mucha astucia, porque eran los mismos (los coreanos) del norte y del sur, las mismas caras y los mismos tonos. Eran igualitos. Y si cuentas los chinos, pues no sabías bien quién era el enemigo".

Lo que comenzó como una misión 'preventiva' que contaba con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se tornó en un conflicto militar que enfrentó a la mitad sur de Corea, apoyada por una fuerza aliada de la ONU, con la mitad del Norte, que tuvo la colaboración de China y ayuda en forma de equipos militares de la extinta Unión Soviética.

Cuando se dispersó el humo, la península coreana quedó dividida por una zona desmilitarizada (DMZ) cercana al llamado Paralelo 38, en un...

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