Tablas para crecer

Por Carmen Graciela Díaz

Especial El Nuevo Día

El teatro infantil regala sensaciones como esas que son difíciles de olvidar, así como la posibilidad de experimentar piezas que impactan por su temática, contenido o eso que pasa cuando se percibe que el arte nos transforma por más pequeños que seamos.

A lo largo de la historia, este tipo de teatro -como otras formas de arte- ha probado su importancia para crear personas sensibles, integrales y para incidir en la cultura artística de un país. Este tipo de reflexiones se dan en la coyuntura del XV Festival de Teatro Infantil de Caguas, que se celebra desde principios de mes y que concluye este fin de semana en el Teatro Luis M. Arcelay (frente al terminal de carros públicos).

"El teatro para niños no pasa de moda. A los niños siempre les gusta el teatro y asisten a propuestas desde el teatro de títeres, el musical, y teatro con enfoque social cuyo objetivo es llevar un mensaje entretenido, pero educativo", menciona la escritora y directora de piezas teatrales Iraida García, quien junto a Zelideth Aguayo coordina el mencionado evento teatral.

Como cualquier otro ofrecimiento cultural, el teatro basa su desarrollo y su supervivencia en una audiencia que lo consuma. Según García, y como otras voces han manifestado, el público infantil es el más exigente.

"Los niños son críticos por excelencia porque si no lo entienden te lo dicen, si les gusta lo dicen y si no les gusta también. Los niños han cambiado mucho si los comparamos a...

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