Temblores

Yajaira Rodero

C?construir, adelantar y progresar entre tanta estridencia. El pa?-y "sus circunstancias"- abruman, sofocan. Necesitamos un par?esis, sosiego. No un detente paralizador, sino un alto reflexivo. Una deconstrucci?e miradas prejuiciadas, obcecadas. Un despojo con sangre de gallina muerta.

O asumimos nuestras responsabilidades personales y colectivas o no nos salva ni el m?co chino. Opinar, bueno, opinar es f?l. Transmutar la palabra corriente en el acto extraordinario requiere m?esfuerzo, denuedo, br?. Qu?brete, en aprietos sin refugio aparente.

Complejo repartir culpas; la culpa es hu?ana, nadie la quiere. Y da vueltas la noria y sigue girando y nosotros, "as usual", giramos en el mismo lugar, nos revolcamos en el mismo fango y parecemos carecer del ?etu y pujanza para abandonar tan tenebroso espacio.

La cr?ca no me sirve, los abusos me sobran. La ternura me falta y el cinismo me abriga. La tierra lo resiente y tiembla, no s?i teme o se mofa, pero tiembla. No tiembla, sin embargo, la macana en la mano; el bol?afo que firma el decreto, no tiembla. No le tiembla la voz a la mentira.

Se inunda el mundo de muerte y enfermedad...

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