Teófilo Stevenson fue una leyenda

por jorge morejón

ESPNDeportes

Vencido por el alcohol, a duras penas podía sostenerse en pie en un baño del estadio Panamericano de La Habana, a donde había asistido como funcionario del Instituto de Deportes (INDER) a un evento de atletismo.

Recuerdo que quise agradecerle un gesto que tuvo conmigo, dos o tres años antes, cuando ante una amenaza de inundación en el litoral habanero, se echó a sus espaldas mi refrigerador y lo puso a salvo del agua en un piso superior.

Pero Teófilo estaba demasiado golpeado por la vida. Era apenas un mono de feria que el gobierno exhibía de vez en cuando a algún visitante interesado en conocer a una leyenda.

Porque eso fue Stevenson. Más allá del ser humano imperfecto que en ocasiones se comportaba como un niño grande, malcriado y testarudo, Teófilo fue una leyenda.

Me atrevo a asegurar que fue el mejor boxeador amateur de todos los tiempos. Dueño de una refinada técnica que le permitía boxear en las tres distancias, cargaba además dinamita en sus puños, con los que terminaba muchos combates antes del límite.

Sin embargo, no fue el púgil abusador con rivales de menor categoría. A esos los sobrellevaba, los...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR