Terapia que deja huellas

erivera1@elnuevodia.com

Mientras posaban para las fotos que acompañan esta historia, mostraron por qué arrancan tanta alegría y ternura entre aquellos que les conocen cuando pasan por un momento difícil. Quizá por eso es que Alma Febus, Iván Santiago y Jorge Maisonet no dejan de mencionar la satisfacción tan grande que les provoca ver a sus mascotas ayudando o transformando la vida de otros.

Para ellos, estas mascotas son un regalo.

Blair, por ejemplo, llegó a la vida de Santiago hace dos años. Su antigua familia le estaba buscando una nueva casa, ya que por razones personales no podían seguir cuidándola.

"Ellos saben de mi amor por los spaniels y me llamaron para que le consiguiera una familia buena que supiera cuidarla como es debido. Fui a verla acompañado para que no me dejaran llevármela a casa, porque ya tenía otros perros. No sirvió de nada. Tan pronto la vi y ella se sentó entre mis piernas dije: ¡es mía!", confiesa Santiago.

Pasado el tiempo, asegura que la satisfacción que siente al ver a Blair ofreciendo terapia a otros es increíble. "Es una sensación bien especial, uno se siente feliz y orgulloso", dice.

En el caso de Olivia, en principio esta se convertiría en can de protección. Tras varios meses de entrenamiento su dueño, Maisonet, notó que no daba el grado porque era muy juguetona y amigable.

"Decidí dedicar tiempo a enseñarle obediencia, luego un poco de agilidad y ahí comenzó a notarse la verdadera razón de ser de Olivia. Cuando visito escuelas la experiencia siempre es grata. A las personas les encanta la interacción, en especial cuando ella juega con el 'frisbee'. En el plano personal, me ha ayudado y he aprendido mucho a valorar cada momento. Siempre está lista para trabajar y muy alegre", dice Maisonet.

Bambie, por otro lado, no es la primera perra de servicio que tiene Febus. Su abuelito fue el primero. En 1994, Febus fue atacada por un perro y sufrió daños en su espina dorsal. Su perro en ese momento, Nikko Von Rottie, estaba entrenado en búsqueda y rescate.

"Él me ayudó a estabilizar mi cuerpo para que no me hiciera más daño en la espina. Me quedé sin movimiento por más de un año y tuve cuatro operaciones. Aún tengo dolores porque mi cuerpo está rechazando algunos de los tornillos. Tuve entonces a sus nietas, Bambie Von Crystal y Dark Von Storm (Tormenta), pero esta última murió hace poco. Bambie es una perra ejemplar. Ambas nos hemos convertido en portavoces de los derechos de los animalitos", destaca Febus.

Febus...

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