Un terremoto que sacudió la pobreza

PEÑUELAS.- Alicia Meléndez tiene 75 años, una casa toda agrietada, una pensión que apenas llega a los $800 mensuales y una hipoteca que consume la mitad de todos sus ingresos.Su capacidad de salir de la pobreza es limitada. Su esposo, Carmelo Rodríguez, de 79 años, tiene Alzheimer. Ella, en el pasado, tenía un trabajo a tiempo parcial, de unas cuatro horas diarias, tarea que si retomara, no rendiría mayores beneficios."No es suficiente para yo arreglar esa casa", dijo la mujer, que se refugiaba en el campamento habilitado en la pista atlética Glidden Feliciano, en Peñuelas y que reside en el barrio Tallaboa Encarnación del mismo municipio.Meléndez contó que vivió una situación parecida cuando el huracán María "rompió" su casa en 2017. En aquella ocasión, solicitó asistencia por desastres al gobierno federal, pero le fue denegada."Mi casa fue rota ya por (el huracán) María y no me lo aprobaron (ayuda). Tengo la casa remendada… La remendó un hijo mío, que la empañetó como pudo allí y ahora está a punto de colapsar", sostuvo Meléndez."Solicitaré (ayuda) porque lo necesito. Si no lo necesitara, estaba bien, pero lo necesito... Siempre y cuando me la arreglen, yo me quedo donde estoy", añadió, al hacer referencia a la asistencia a familias damnificadas que proveerá la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA).El escenario que vive Meléndez se repite una y otra vez en el suroeste del país. Esta zona, además de ser la más cercana al epicentro del terremoto del 7 de enero, es una de las más pobres en Puerto Rico, confirmaron el economista José Caraballo Cueto y la socióloga especialista en temas de pobreza Linda Colón Reyes.La Encuesta de la Comunidad del Censo del 2018 estimó que, en 28 de los barrios más cercanos al epicentro del terremoto, la mitad de las familias tienen ingresos por debajo de los estándares federales de pobreza. Ese año, un individuo con ingresos de $12,140 anuales, o una madre soltera con ingresos menores a los $16,460 anuales, eran considerados como pobres.En algunos casos, la necesidad económica en esta zona es dramática. Por ejemplo, en el barrio Susúa Baja, en Guánica, ocho de cada 10 familias viven en pobreza. Lo mismo ocurre en el barrio Rufina, en Guayanilla."Esa es una zona de las más pobres del país. Guánica, Guayanilla, Maricao, Peñuelas... toda esa región suroeste siempre está entre las más pobres", dijo Colón Reyes."El denominador común en la región (en términos socioeconómicos) es que más de la mitad son...

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