Tesón y disciplina

Por Luis Santiago Arce

larce@elnuevodia.com

Desde aquel día se cautivó con el ambiente de la Academia Ryoshi Goju Ryo en Lomas de Trujillo Alto, donde se ha convertido en una sobresaliente karateca y hasta en modelo para la generación de nuevos combatientes.

"Fui a acompañar a mi hermano (Yadil), como era tímido, y me gustó. Lo primero que me llamó la atención es que ellos eran bien sociables", recordó Yashira en una reciente conversación con El Nuevo Día.

"Te enseñaban a quitarte esa timidez, a tener actitud y a estar en confianza con las personas en la calle. Son un montón de cosas. Ahí le dije a mi mamá que también quería meterme a karate, y me dijo que estaba bien".

Gran decisión. La joven karateka, de 18 años de edad, dejó atrás sus días de baloncesto, voleibol y baile en la Escuela Rafael López Sicardó del sector Sabana Llana en Río Piedras, donde se crió.

Desde que inició en el karate, de inmediato comenzó a amasar triunfos en todas las competencias a las que iba en la Isla, bajo la dirección del profesor Albert Hernández, y hasta fue en el 2006 a un torneo internacional en Orlando, Florida.

Con el paso del tiempo, incluso, su desarrollo le permitió recibir a los 16 años la ansiada y valiosa cinta negra, símbolo de máxima excelencia en las artes marciales.

Es, asimismo, la actual campeona nacional de la categoría 15-17 años por su amplio dominio en el circuito de torneos locales, que cerró hace unos días en Gurabo.

"Mucha gente por ahí tiene su cinta, pero cuando vas a los torneos ves la diferencia entre un cinturón negro que luchó por su cinta y uno que la compró en una tienda que venden cosas de karate. Se nota en su madurez...

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