Testaporosis

Félix Jiménez

Con un gesto no se gobierna, pero es que la isla considerada como texto es sólo el gesto de su escritura. Completa está la movida: de lo sintáctico a lo icónico; de la palabra a la imagen. Y la imagen -Baudrillard lo supo- asesina. Es fulminante. Asesina al verbo, que es la acción. Pretende que entiende su lugar en el mundo. Y el pretender no es entender. Y el pretender no es convencer.

Lo han puesto de esta manera, zoológicamente: un hombre en el poder es seis meses elefante; luego de eso, gusano. En el proceso de su miniaturización, la cabeza comienza a deliberar con el pasado que le queda, sabiendo que su tiempo en la silla de sillas es cada vez más corto. Incapaz de tramitar sus temores, un líder en aprietos sólo tiene tiempo para deleitarse contestando las reacciones a sus veleidosos tropiezos autoimpuestos.

Lo que dos meses devuelven, en venganza: una conexión que se ha perdido en la porosidad de las neuronas, en el increíble desapego a la realidad, en la debilidad de sus propósitos. En medio de su nuevo papel como ejecutivo, el hombre entra al "default mode" de su pasado, de su Coamo natal, se...

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