'That's not true'

WILDA RODRÍGUEZ

PERIODISTA

En la tertulia aludida predominaban niuyoricans y norteamericanos. Ninguno de derecha, que conste. Pero eso no impidió que al hablar de las penurias del país se articulara el mito nacional: el problema es el mantengo. Aunque no lo dicen, esas cinco palabras juntas infieren que a los puertorriqueños nos gusta vivir del mantengo.

Una vez llamada la atención con la barbaridad que dije - que no es mía sino una ironía de la sagaz estudiosa de la pobreza doctora Linda Colón - me despaché con la cuchara grande. Si una cosa me molesta es escuchar cómo se adjudican a los pobres las maldiciones del país, se les responsabiliza por su pobreza y encima se les reprocha ser evidencia de que Puerto Rico no puede vivir sin Estados Unidos.

Ah, pero cuando lo escucho en inglés me entra una furia visceral que por lo regular se traduce en una calma pastosa en la que asumo guille de profesora de escuela. Me echo para atrás, junto los deditos de las manos y abro la boca.

"That's not true. El 45.5% de los puertorriqueños viven por debajo del nivel de pobreza en una colonia donde los valores impuestos por la metrópolis son el consumo y la competencia por tener lo que tiene o más de lo que tiene el otro. Solamente un 32% recibe asistencia nutricional federal. El promedio de lo que recibe es de menos de $ 115 mensuales. Menos de $ 4 diarios. Menos de $ 1.25 por cada una de tres comidas al día. ¿Me siguen? Good. Esa es la única manera que tienen de escapar apenas del hambre en una pobreza que raya en miseria. Para colmo, si usted recibe esos beneficios y cualquier otro del gobierno -PAN, reforma, Plan 8, becas-, no se le ocurra dar un tajo. Tan pronto se enteran de que usted recibe una peseta con trabajo digno, le tumban la asistencia. Y probablemente se trata de una chiripa a tiempo parcial que le dura un par de meses. Are you still with...

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