Tiaras con valores

Por Marcos Billy Guzmán

Especial El Nuevo Día

El tutú fucsia las delata. No son niñas tradicionales. Cautivan a la gente con aquel faldellín color vibrante, pero hay algo en su caminar que no parece típico de sus cortas edades y que no deja de llamar la atención. Quizás es un asunto de seguridad o de ese ángel que sus madres les elogian. La tiara que se acomodan sutilmente sobre sus cabellos también las destaca. Usan maquillaje, aunque sólo un poco de lápiz labial y de "sombra divertida", como varias describen los colores que les han puesto sobre los ojos. Muchos las observan con detenimiento y al rato concluyen que aquellas pequeñas buscan transformarse en princesas.

No hay duda de que están en competencia por el título de la primera edición del certamen Princesa Puerto Rico, producido por PR Crown Entertainment, organización de Miss Universe Puerto Rico. Concursan en medio de las críticas que prevalecen tras la popularidad de programas como Toddlers y Tiaras (TLC). En este tipo de reality show, niñas son sometidas por sus padres a gruesas capas de maquillaje, pelucas, bailes sensuales, cremas bronceadoras, sesiones de depilación y hasta tratamientos de bótox para poder ganar algún concurso de belleza.

Sin embargo, las doce chiquitinas que sueñan con convertirse en la primera Princesa...

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