Tibio

Félix Jiménez

Pero no hay gente en la calle. No la hay. No la busquen. Los dedos que antes transitaban Páginas Amarillas completan su revolución en los teclados. Deje que sus dedos la busquen por usted.

Y lo digo mientras lo escribo, dedo en tecla, porque quizás todos somos parálisis. El "status update" no es una declaración de guerra; no en estos lares que no han gritado lo suficiente. Pero esa parece ser la verdadera digitalidad: dígitos libres, cabezas escondidas.

A pesar de toda la calentura declarada, éste es un país cada vez más tibio, más temeroso del hervor espontáneo. Lejos están la ebullición imponente, las imágenes que conmuevan. Que a veces se pique el mar no califica a la isla como subvertidora de paradigmas, lista para un "Puerto Rican Spring" o "Winter". Aquí se mira para los dos lados, como aconsejaba Pacheco. Pero la cautela más joven es una cautela delirante, permitida por el abrazo tecnológico que nos arrulla.

El movimiento se dilata. Todo está en boca y dedos. No hay cuerpos. Los...

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