DE TIERRAS

Por Carmen Graciela Díaz

Especial El Nuevo Día

Las historias se narrarían en el hogar de la artista y chef Marija Kuzina, que estaba acompañada por el investigador de la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico Mikhail Inuishin y la cónsul de la Federación de Rusia en Puerto Rico, Anastasia Kitsul.

"En el 31, durante el día, más o menos en la tarde, todo el mundo está corriendo preparando las últimas cositas para la comida porque la mesa se sirve a las 12 de la medianoche", sostiene Anastasia.

De acuerdo con la cónsul, algunos de los imprescindibles de las mesas rusas son los 'zakuski', pequeños platitos que pueden compararse con las tapas españolas. Así las cosas, aceitunas, huevos con una tapa de tomate con mayonesa, los ' blini' (unas especies de crepas) y el caviar son algunos de los manjares de la ocasión.

Marija explica, por su parte, que a estos ofrecimientos culinarios se les conoce como ensaladas porque estas son una mezcla de diversas comidas picadas más allá de la ensalada verde, como lo ejemplifica la ensalada rusa.

Los pepinillos, las setas marinadas, el pan negro, el 'sour cream', las manzanas y los melones, según Marija, son parte de la amplia gama de picaderas de una noche en la que para evitar las borracheras, usualmente los hombres rusos beben vodka mientras consumen variados 'zakuski'.

Pero en el país, y durante el día, el 31 de diciembre se escenifican un sinnúmero de actividades. "Todas las plazas tienen un árbol, todo el mundo tiene decoraciones como aquí y las escuelas tienen un árbol de navidad donde la gente hace juegos tradicionales, interpretan canciones y el folclor ruso se manifiesta", comparte Marija tras mencionar que, en esta coyuntura, muchos se hacen regalos típicos como chocolates o mandarinas.

"Para nosotros, las Navidades se asocian al sabor de la naranja. Es el olor que recuerdo de mi niñez", reflexiona la joven de 29 años que tiene su apartamento adornado con un puñado de serigrafías y otros de sus trabajos artísticos.

Asimismo, según Mikhail, otros más aventureros aprovechan este día para festejar con la propia naturaleza. "En San Petersburgo, y como el agua está congelada, salimos con carro al mar, hacemos huecos para pescar, ponemos árboles de navidad y bebemos vodka", indica.

La que probablemente es una de las tradiciones rusas de mayor resonancia global es la equivalente al Santa Claus, el Abuelo Frío o 'Ded Moroz ' y su nieta, la Niña de la Nieve mejor conocida como 'Snegúrochka', que...

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