OTRO TIPO DE CINEASTA
Por Carmen Graciela Díaz.Especial El Nuevo Día
fotos por Ramón "Tonito" Zayas
Hay magia en la narración de la realidad y también guiños que siempre se pueden derivar de la ficción o el arte, dice una camada de documentalistas que nos contó de las particularidades de su medio. Entre sus proyectos y el esfuerzo que les consumen, descubrimos a través de sus creadores parte del encanto del documental.
La realizadora Karen Rossi, directora del documental merecedor de un Emmy "Isla Chatarra", comenta que el documentalista, igual que el cineasta, cuenta una historia. "Pero en el caso del documental la realidad se presenta mediante la interpretación del documentalista", explica quien indica que este tipo de película inevitablemente carga la manera de pensar y sentir de su realizador.
"El documental lo que hace más que nada es aproximarse a una situación cotidiana, algo que no necesariamente se debe confundir con la verdad", subraya Guillermo Gómez Álvarez, artífice de piezas como "Aquel rebaño azul" que señala la historia de la brutalidad policiaca en Puerto Rico.
Si bien el documental configura un trabajo ligado popularmente al concepto de la verdad (¿o la realidad?), de acuerdo con Gómez, este tipo de obra fílmica constituye un acercamiento a la realidad por medio de la ficción.
"La conceptualización de esa realidad la creamos nosotros, no la crea el mundo. Cómo posicionamos la cámara, qué línea narrativa vamos a utilizar, qué estilo vamos a usar para el documental, la edición, si habrá dramatización", ilustra quien asegura, sin más, que el documental "es una ficción dentro de una no ficción".
Esos elementos compartidos entre ficción y no ficción, que dependen de estilos y las herramientas que se tienen para narrar la historia, son para Ramiro Millán, uno de los directores de la pieza "Oso Blanco", "lo que convencerá al público y hará que el producto vaya más allá".
"Pero lo que sucede en el documental es que nuestros sujetos no son actores entrenados sino que la cámara tiene que adaptarse a situaciones en vez de crear un 'set' para ellas", enfatiza Rossi, gestora de trabajos como "Algo más" y piezas en proceso como "La pegaron en Taiwán".
Lo que no se escapa del documental, según Gómez, es la encomienda de exponer una situación positiva o negativa. Como plantea Millán, esta práctica lleva en sus entrañas las ganas por instruir.
"Que el público desee hacer algo mejor por la sociedad", dice como quien pide un deseo, no sin antes apuntar que...
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