'Tócame, Soy tuyo'

Por Tatiana Pérez Rivera

tperez@elnuevodia.com

Treinta y cinco pianos se ubicarán en distintos puntos del Viejo San Juan y el Condado, y de esa forma nuestra capital se une a una lista de ciudades que han albergado los pianos como Londres, Nueva York, Sao Paulo, Sydney, Belfast y Barcelona.

El clásico instrumento es intervenido por artistas de la comunidad, por lo que cada uno posee una apariencia única.

"Pasan cosas increíbles alrededor del piano", narra Jerram desde su residencia en Bristol. "Una vez, en el que ubicamos en una estación del tren en Sao Paulo, una mujer lloraba mientras su hija lo tocaba. Resultó que ella trabajaba en la limpieza de la estación y laboraba turnos extra para pagarle clases de piano a esa hija. Pero la clase era en un lugar distante, así que nunca la había escuchado. Era la primera vez y fue maravilloso".

Deambulantes que ejecutan piezas con alma y precisión, extranjeros que derriban barreras del lenguaje con melodías, ciudadanos que acuden a medianoche a interpretar obras en solitario y, claro está, músicos felices que sólo piden público que escuche sus intervenciones son los principales actores en cientas de historias anónimas. Mucho se comparte alrededor del piano. Se democratiza su uso.

"Siempre se ha pensado en el piano como un instrumento para las clases altas. Y en este proyecto además de generar música son una pieza, como un mobiliario, alrededor del cual la gente se puede parar. Sin duda cambian la atmósfera de un lugar público que con solo tenerlo se presenta diferente, especial y lo transforma en un área de comunidad. Algunos quieren pasar el día con el piano, otros hasta hacen maratones", señala el artista, que además maneja piezas escultóricas en cristal.

El destino cambia el sabor de la experiencia, pero no las reglas del juego ya que todo gira alrededor del piano. Las piezas que interpretan varían, las reacciones de los músicos y el público también, hasta el proceso de solicitar permiso para ubicarlos a las autoridades.

En Londres y Nueva York, por ejemplo, debieron sacarse costosas licencias requeridas a los artistas para realizar performances en las calles. Todo sea por lograr que las personas salgan de sus privadísimas vidas y compartan. De ahí partió todo.

"Estaba en una...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR