'Todavía me creo una teenager'

Por Mildred Rivera Marrero

mrivera1@elnuevodia.com

Rosita Marrero de Rodríguez no es fanática de la soledad y si se queda sin hacer nada en su casa "trepa paredes". "Yo soy bien activa", señala. Por eso, cuando su esposo, falleció decidió integrarse a la Asociación de Ex Alumnos de la Academia Católica de San Juan, en la que ha trabajado con el comité que otorga becas a niños de varios colegios.

Fue una compañera de esa organización quien la reclutó para que hiciera labor voluntaria en el Hogar Nuestra Señora de la Providencia, de Puerta de Tierra, en San Juan, hace unos dos años. Allí va un día a la semana para organizar un bingo, para el cual acostumbra llevar obsequios.

"Me gusta porque siento una satisfacción. Tú no sabes cómo me aplauden cuando llego allí. Uno tiene que valorizarse, como dice Sandra Zaiter, la autoestima", dice la mujer quien bromea sobre su reemplazo de rodilla y dice que es "la mujer biónica".

Rosita reconoce que tiene achaques, dice que a veces los dolores que le provoca la osteoartritis son bien fuertes, pero declara que "uno no se puede achantar".

Por eso, toma clases de salsa de salsa con reconocidos coreógrafos, entre ellos Tito Ortos, y se va a bailar con compañeros de esas clases. Comenzó a tomar las clases luego de quedar viuda, pero realmente siempre ha disfrutado de bailar salsa. Ella y su esposo no se perdían un baile.

Sin embargo, una de sus hijas que comenzó a ir a las clases que Ortos ofrece gratuitamente le recomendó que fuera para que aprendiera nuevas técnicas y vueltas. Y desde entonces no ha dejado de ir porque esas...

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