TORMENTA INFLACIONARIA
Por Gerardo E. Alvarado León
galvarado@elnuevodia.com
Así las cosas, las familias tendrán que hacer -si es que no los hacen ya- más ajustes financieros para cumplir con sus obligaciones y quedar bien con los acreedores.
Por lo tanto, los planes de comprar casa, auto, matricular a los hijos en un colegio privado o simplemente irse de vacaciones, quedarían postergados hasta nuevo aviso.
"La tendencia va a ser al alza", sostuvo el economista Gustavo Vélez, tras analizar el impacto de la reciente revisión tarifaria en la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), los vaivenes en el costo energético, las nuevas contribuciones impuestas -en su mayoría- a los comercios e industrias, y el hecho de que el costo de vida para los puertorriqueños aumentó en 1.9% durante el pasado año fiscal.
¿Cuánto más al alza?, preguntó El Nuevo Día.
"No podemos determinarlo con exactitud hasta que transcurran los meses de septiembre y octubre, pero se espera que la tendencia inflacionaria se mantenga creciendo en lo que queda de año", respondió el economista.
Según explicó, los comercios e industrias aún están "haciendo los ajustes" de cómo pasarles a los consumidores las nuevas cargas económicas que a ellos les impusieron.
"Ahora mismo, las empresas están tomando la decisión de pasarles a los consumidores todos los impuestos o solo una parte de ellos. Pero, tanto los nuevos impuestos como las revisiones tarifarias serán factores que empujen los precios hacia arriba", indicó.
Para cuadrar el presupuesto operacional del Gobierno, la administración de Alejandro García Padilla creó una retahíla de impuestos que para algunas empresas supone un aumento de 14% en las contribuciones que pagan. A esto se suma el alza tarifaria en la AAA -vigente desde el pasado 15 de julio-, que para la mayoría de los clientes residenciales representa aumentos de $20 adicionales, mientras que para la mayoría de los clientes comerciales representa aumentos $1,300 más al mes.
En opinión de la economista Martha Quiñones, el nuevo período inflacionario al que entraría la Isla se complica porque "no hay contemplación" de aumentar el salario mínimo, ni el de los que ganan más que eso.
En consecuencia, señaló, los ciudadanos tendrán que asumir la responsabilidad de pagar precios más altos sin tener ingresos adicionales.
Según Quiñones, los renglones que más afectarán las ya desangradas arcas del pueblo son los costos de agua y electricidad, ya que repercuten en alzas en toda la cadena de...
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