Tortuoso y fascinante el Camino Inca
Perú
Comenzamos los preparativos para esta aventura en enero pasado. Las políticas de conservación implementadas el año pasado por el Ministerio de Cultura de Cusco -administradores del Camino- nos obligaron a dedicar tiempo a la solicitud del permiso.
Es preciso señalar que el Ministerio impone reglas estrictas a las agencias, como por ejemplo, un límite de 40 personas por grupo, un máximo de 16 excursionistas. El resto puede ser personal de apoyo (porteadores, cocineros). Se nos informó que en la medida de lo posible -a turistas sin fecha de viaje fija- los agrupan en un mismo "trek" (excursión) a un máximo de personas de la misma nacionalidad y edad.
En fin, que mi hija Maria Elena se encargó de investigar los pormenores de esta aventura, y gracias al internet la tarea sólo requirió tiempo y dedicación. Supo que existen muchas compañías que ofrecen los servicios para el Camino. Nosotros escogimos a Perú Treks (www.perutreks.com) que nos brindó, además de buenos guías, un excelente apoyo.
Fue a esta compañía a la que sometimos la solicitud o intención de hacer el viaje, indicando la fecha, nombres completos y números de pasaporte de los excursionistas. Se nos advirtió que un simple error podía provocar la cancelación de la expedición. Una vez se nos confirmó la solicitud comenzamos los preparativos, a saber, la compra de pasajes, la reservación de hoteles y las excursiones.
Salimos de Puerto Rico el 28 de mayo pasado, vía Miami-Lima-Cusco (Cusco con s no con z ). Viajamos durante dos días hasta llegar a esta ciudad que se encuentra a 3,360 metros sobre el nivel del mar, la ciudad imperial de la civilización Inca con gran cantidad de lugares de interés para visitar. Es, de hecho, la sede de la mayoría de compañías que se dedican, no sólo a orientar y servir de guías por el Camino, también a informar sobre los atractivos turísticos cercanos.
Como se nos indicó, hicimos. Llegamos tres días antes de comenzar el Camino para aclimatar el cuerpo a la altura y así evitar el llamado "mal de altura", o el "soroche", como se dice en quechua, el lenguaje de los locales.
Estos días de aclimatación los aprovechamos para visitar a Qorikancha (Templo del Sol), Tamomachay (lugar de descanso), Saqsaywaman (templo del rayo) y en el Valle Sagrado, Ollantaytambo, Pisaq, Chinchero, Moray, entre otros.
Estas excursiones previas al Camino nos ayudaron a también a familiarizarnos mucho más profundamente con la civilización incaica, compenetrarnos con sus ideas...
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