Trabajador incansable

Por Mildred Rivera Marrero

mrivera1@elnuevodia.com

Con mente clara y referencias exactas, el cialeño habla de una vida productiva, atada a los estudios y al trabajo, en la que fue soldado, profesor universitario, candidato a la gobernación y miembro del grupo que hizo los informes que sirvieron de guía a la Convención Constituyente de 1951 en la redacción de nuestra Carta Magna.

Ese afán por el estudio, el trabajo y la participación social incide en el historial de largos años de productividad en el campo del Derecho y en la Iglesia católica, donde ha sido rector de los cursillos de cristiandad. Pero también abonan un estilo de vida sano.

"Desde 1950, que tenía 20 años, fumaba un poco, y decidí dejar de fumar, decidí dejar de darme el trago de cuando en cuando. Yo no era borrachón, pero socialmente me daba el trago. Renuncié a todo ese mundanal vicio", afirma González, quien nos recibió en la oficina en la que aún tiene algunos asuntos que atender antes de cerrarla completamente.

Más adelante en la entrevista revelaría que "yo siempre estoy así, con buen humor", factor que abona a una mejor calidad de vida.

Nacido en 1921 e hijo de un comerciante que quebró, como muchos, durante la Gran Depresión de 1930, González cuenta que estudió hasta octavo grado porque en su pueblo natal no había escuelas con grados posteriores. Cuando explotó la Segunda Guerra Mundial se enlistó voluntariamente en 1940.

"Ahí empecé mi vida militar y empezó la carrera, que vino después, porque lo mío era estudiar", recuerda el hombre quien siempre ha tenido ideales independentistas.

De hecho, fue su capacidad intelectual la que viabilizó su ingreso al Ejército pues su estatura, de poco menos de 5'2", y su peso lo descartaban. Dice que salió bien en un examen que les daban antes de aceptarlos como soldados y que eso fue lo que lo salvó. Ingresó a la División 65 de Infantería y unos cursos de telecomunicaciones e inteligencia facilitaron su traslado a la División 42 (División Rainbow).

Sin embargo, poco fue lo que estuvo en la guerra pues en octubre de 1944 calló prisionero de los alemanes en una batalla en Francia. A él y a sus compañeros los llevaron al campamento de prisioneros de guerra Stalag IX-B, ubicado en el pueblo llamado Bad Orb en Hesse, Alemania. Los rescataron en enero de 1945, regresó a la Isla y se retiró.

Entonces, comenzó a hacer lo que siempre ansió. Regresó a la escuela, terminó la escuela intermedia y superior e ingresó en la Universidad de Puerto...

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