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Trabajar gratis rinde frutos

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Por Mildred Rivera Marrero

mrivera1@elnuevodia.com

Luego de jubilarse, hace más de 10 años, la pareja decidió ofrecer servicios voluntarios en la institución donde los llaman Toñita y Pablín y donde han encontrado una segunda familia con la que han logrado mantenerse ágiles física y mentalmente.

Doña Toñita contó que luego de jubilarse del Departamento de Educación, donde se desempeñaba como maestra de escuela elemental, se dedicó a cuidar a su madre y a una hermana que es ciega.

Todavía no sabe quién la refirió, pero un buen día llegó a su casa Migdalia Rosado, coordinadora del Programa de Ciudadanos Retirados en Servicio Voluntario (RSVP por sus siglas en inglés), adscrito al Departamento de la Familia. La reclutó y le dio a escoger varias instituciones en o cerca de Barranquitas, donde vive, pero seleccionó el Hospital Menonita porque ya su esposo era voluntario en Casa Aibonito, una égida de esa institución hospitalaria.

Al dar el sí, la antigua maestra se unió a cientos de personas de 55 años o más que son parte de ese programa. La secretaria de la Familia, Yanitsia Irizarry explicó que en el 2009-20010 hubo 571 voluntarios, cuyas 126,300 horas de labor ayudaron a 115,100 personas. Esa aportación no sólo le ahorró a la agencia cerca de $ 1.3 millones en ese periodo, afirmó Irizarry, sino que representó un beneficio para esos voluntarios.

En eso coincidió doña Toñita, quien destacó que es bueno tener un lugar para ir varios días a la semana, en su caso martes y jueves; tener que arreglarse e ir a un lugar donde habla con otras personas, se mantiene activa y siente útil al poder ayudar a otros.

"Uno se siente satisfecho al ver que puede ayudar a los demás, compartir con personas de nuestra misma edad y que tienen las mismas inquietudes. Yo digo que después de vieja me siento mucho mejor y voy a los médicos casi por obligación, no por enfermedad. Uno tiene en la mente las cosas que tiene que hacer y no tiene tiempo de pensar en los achaques, no hay tiempo para quejarse", declaró la mujer, que también se integró al grupo de cerca de 30 voluntarios que tiene el Hospital.

Contó que su rutina incluye hacer trabajo clerical en el laboratorio, donde ayuda a sacar copias, archivar, entre otras labores, y dónde recibió saludos y sonrisas mientras El Nuevo Día la entrevistaba. También se encarga de llevar la asistencia de los voluntarios del Hospital, entre...

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