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'Las tradiciones no se quitan'

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Vincent

SAN GERMÁN.- Doña Aida Báez, de 80 años, llegó hasta a la estatua de Arquelio Torres Ramírez frente al coliseo que lleva el nombre del exjugador de los Atléticos para encender las velas una hora y media antes de comenzar el cuarto partido de la final del Baloncesto Superior Nacional (BSN).Primero, la residente de urbanización Porta Celi en la Ciudad de las Lomas sacó el agua que estaba acumulada en el interior de los velones de cristal -con imágenes de santos como San Germán de Auxerre y Santa Clara- debido a los copiosos aguaceros en el pueblo suroeste que provocaron la postergación del encuentro el pasado domingo ante Bayamón debido la humedad en el tabloncillo de la instalación.Su encendedor rojo funcionaba a medias. Pero no hubo problemas, doña Aida tenía una caja de fósforos en su cartera para completar el ritual que tiene décadas de antigüedad en esta ciudad. También, dejó una vela encendida en la casa.El encendido de las velas ha sido parte de la tradición en San Germán desde que se juega baloncesto profesional en la década de 1930. Se alumbraron en los mejores momentos de los Atléticos, con 14 campeonatos en el BSN, y también en los peores, como en la sequía de títulos de 35 años, entre 1950 a 1985, y en la actual, de 25 años, desde el 1997 hasta el presente.El "Monstruo Anaranjado" recuperó este año protagonismo en el BSN, un resurgir en la plaza que tiene al querendón equipo a las puertas del campeonato en una competitiva final frente a los Vaqueros de Bayamón. Todo gracias al esfuerzo del grupo de apoderados locales, liderado por José "Cheo" Rivera, más la dirección técnica de Eddie Casiano, exjugador y héroe de los Atléticos como jugador en los noventa.A través de los años, han sido varios los sargenmeños que han llegado al monumento de Torres Ramírez para iluminar los velones. En un artículo que publicó El Nuevo Día en el 2014, se entrevistó a la fanática Irma Cruz, quien relató que en 1985 —año que acabó la sequía de tres décadas y media sin un cetro— llevó un velón a la serie final ganada en el inaugurado complejo deportivo. La fallecida aficionada, de 81 años en aquel entonces, era devota de San Judas Tadeo.Actualmente, en medio de la racha de 18 victorias como locales y en medio de una temporada de ensueño, doña Aida ha sido la responsable de tener el "altar" al día. En la fe católica, las velas son un símbolo de oración, solidaridad y de agradecimiento.Por 90 años, el municipio del suroeste de la isla se ha volcado por un...

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