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Trae su pasión a Puerto Rico

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Vincent

"La primera memoria que tengo es saber que soy Pablo y toco el chelo", dice al otro lado del teléfono el chelista español Pablo Ferrández con una voz enérgica que se acerca más a la de un adolescente que a la de un hombre de 28 años.Lo que dice podría parecer un cuento romántico de un músico clásico, y lo es, pero también es el resumen de una pasión que creció con él. Pablo es hijo del chelista español Enrique Ferrández y de la maestra de música Paqui Castro, quienes fueron los responsables de ponerle un chelo en las manos cuando apenas tenía tres años. Castro inventó en aquellos días el método de enseñanza de música El Mago Diapasón y el pequeño Pablo fue su primer estudiante. "Fui su conejillo de indias", dice sin rodeos para luego dejar escapar una carcajada con la que parece cobrarle aquel experimento a su madre.Seguramente no haría el cuento con tanta soltura sino es porque aquel método educativo funcionó. Pablo fue aceptado a los 12 años en la prestigiosa escuela superior de música Reina Sofía, en Madrid, donde estudió con la legendaria chelista y educadora rusa Natalia Shakhovskaya. En ese tiempo de infancia, Pablo nunca se quejó por la cantidad de horas de ensayo o por no poder jugar como el resto de los niños. Su madre supo dividirle bien su vida para que hubiese espacio para ensayar y para jugar. Pero de pronto, la música se convirtió en juego. Y ese juego, en su gran pasión."Nunca sentí que me hacía falta jugar. Jugué muchísimo y estudié muchísimo. Aparte de tocar, quería siempre mejorar, quería ser un gran chelista y por eso quería estudiar más. Cuando a los 12 años entré en Reina Sofia me sentía bien entrenando seis y siete horas. Es algo que yo siempre quise y había que estudiar porque quería conseguirlo. Yo no le estaba haciendo un favor a nadie. Era lo que quería", afirma.Cuando terminó la escuela, Pablo continuó estudios en la Kronberg Academy en Alemania bajo la tutela del chelista sueco Frans Helmerson, tras recibir una beca de la Fundación Casals y de la organización Juventudes Musicales de Madrid. El primer reconocimiento llegaría poco tiempo después cuando se convirtió en el primer español en recibir el prestigioso Premio de la Competencia Internacional Tchaikovsky. De ahí en adelante, se sumarían muchos otros reconocimientos.Pero quizás el más importante para Pablo ha sido la gran acogida internacional que ha tenido desde que comenzó a viajar el mundo a los 18 años, conquistado grandes escenarios de la música. A sus...

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