Tragedia sin explicación

Por Maribel Hernández Pérez

maribel.hernandez@gfrmedia.com

Nada habría permitido sospechar lo más terrible, hasta que en la mañana de ayer, un policía, alertado por un ominoso mensaje de texto que Manuel Pimentel, de 30 años, había enviado a su esposa en horas de la madrugada, forzó una hoja de la ventana del apartamento que el hombre compartía con la niña, Yarelis, y lo que vio lo dejó frío.

En una cama, estaba el cadáver de Yarelis, con un disparo de contacto con la sien izquierda y el rostro cubierto por una almohada. Al lado, Pimentel, también fallecido, con una herida en la oreja derecha. Con el propósito de que su exesposa sintiera el dolor que el dolor que él había atravesado al quedarse solo, según explicó en una nota suicida, mató a su hija y se suicidó después.

"Pide perdón por lo sucedido, obviamente deja una nota entiendo yo que se refiere a la madre de la niña y a los familiares", indicó el director de la Rama Investigativa del Área de San Juan, capitán Rolando Trinidad.

Los hechos, que horrorizaron y dejaron sin palabras a vecinos y familiares de los protagonistas de esta inmensa tragedia, ocurrieron en las primeras horas de la madrugada de ayer.

Pimentel envió un mensaje de texto a su exesposa, Mindy Cortijo, diciéndole que había matado a la hija de ambos. Pero ella, que trabajaba en un hotel en Humacao, no se percató del mensaje hasta las 8:00 de la mañana.

Desesperada, fue al cuartel de Luquillo a querellarse. La primera dificultad fue que ella desconocía y donde vivía Pimentel. Pasaron varias horas hasta que dieron con el pequeño apartamento ubicado en la segunda planta de una residencia en la calle Merlhoff en Barrio Obrero, Santurce, donde ocurrieron los hechos.

Cuando las autoridades llegaron, dos féminas le gritaban...

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