Tragedia en el Teatro Yagüez
Por Jorge L. Pérez
jorge.perez@elnuevodia.com
Se desató de inmediato un incendio y, como consecuencia de este, el pánico generalizado entre el público.
A los 20 minutos el fuego lo había consumido prácticamente todo.
Nunca ha podido establecerse una cifra exacta de las víctimas: el número mencionado con más frecuencia es de 150, pero un pormenorizado artículo escrito por el dramaturgo Roberto Ramos Perea habla de al menos unas 60 muertes y unos 400 heridos.
De primera instancia, como enseguida se sospechó que había habido mano criminal en el incendio, la reacción pública fue la de echarle la culpa a Francisco Maymón Palmer, el dueño del teatro, a quien se le acusaba de haber provocado el incendio para cobrar un seguro.
Sin embargo, luego se comprobó que el teatro no estaba asegurado y, a la larga, el dedo de la justicia señaló a dos socios de la compañía Mayagüez Show Company, la misma que supuestamente se había aliado con el Gobierno municipal para la construcción de un nuevo teatro que le hiciera la competencia al Teatro Yagüez, y a quienes, por supuesto, mucho hubiese beneficiado la destrucción de su principal competidor.
"Testigos durante la función donde comenzó el fuego dijeron que vieron una persona detrás del telón, reflejada en negativo o 'sombra' por la luz del proyector, con lo que parecía ser un uniforme y con lo que parecía ser una "lata" de algo, (posiblemente un acelerante)", relató recientemente un nieto de Francisco, Josie Maymón, quien se ha convertido en un gran conocedor de la intrigante historia de su abuelo.
Igual le causó sospecha a su familia, dijo, que los bomberos tardaran 12 minutos en atender la emergencia, a pesar de que el Parque de Bomberos quedaba justo al lado del teatro.
"Pero todo esto fue descartado por el Gobierno municipal y por la policía en sus investigaciones", agregó.
El éxito de ese primer Teatro Yagüez había sido instantáneo.
El edificio se había terminado de construir en 1909 bajo los auspicios del sangermeño de ascendencia italiana Maymón Palmer, creador de las Empresas Yagüez, quien pronto se daría a conocer como una de las figuras primordiales en la difusión del cine mudo por toda la Isla.
De inmediato, la construcción, localizada en la esquina de la calle McKinley con la Basora, fue reconocida como una obra arquitectónica de gran envergadura: con su estructura de madera de estilo barroco, sus losetas y sus alfombras traídas desde España, y su techo importado desde Italia, de donde procedía la...
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