La trampa del tiempo

end.croldan@elnuevodia.com

Seguramente has dejado las cosas para después más de una vez. En mayor o menor medida, todos lo hacemos. Sin embargo, hay quienes convierten esta conducta en su forma de vida.

Iris es una profesional reconocida y respetada en su campo. Muchos se sorprenderían de su confesión. "Soy lo que llaman una procrastinadora crónica", afirma con ninguna duda. "Lo que hago es dejar las tareas importantes para lo último. Sé lo que tengo que hacer, sé cómo hacerlo y aún así lo dejo para lo último", cuenta a cambio de utilizar un nombre ficticio.

¿Cómo se infiltró esta costumbre en su rutina? Iris sostiene que algún momento sencillamente descubrió que el estrés funciona como un interruptor para su capacidad creativa. A última hora es que siente la motivación necesaria para hacer el trabajo de manera que resulte en el producto que ella espera, ese que la hace sentir orgullosa. Terminar la tarea al filo de cuando se espera le provoca una satisfacción intensa, asegura.

Consciente de que es favorable para ella y muchas veces para quienes le rodean el que trabaje con más antelación, ha hecho grandes esfuerzos por cambiar su rutina.

"Me digo que voy a empezar con tiempo y me siento bien conmigo misma, pero me aburro rápidamente y vuelvo a dejarlo todo para lo último otra vez", confiesa la mujer.

La literatura en conducta humana identifica a Iris como una procrastinadora autoconfiada o 'por activación'. Son quienes saben lo que tienen que hacer y se sienten con la capacidad de hacerlo; sin embargo, buscan esa adrenalina intensa que la preocupación les inyecta. Son aquellos que te dicen 'yo trabajo mejor bajo presión' porque, en efecto, así lo sienten.

Hay otros tipos de procrastinadores. El evasivo es aquel que, ante una encomienda, empieza a perder el tiempo en tareas insignificantes y en cierto modo placenteras -como navegar en internet o revisar su cuenta en Facebook- y se queda estancado en ellas mientras el reloj avanza. Las distracciones pueden funcionar como su escudo al temor a fracasar o, incluso, a alcanzar el éxito, pues se sienten incapaces de lidiar con uno u otro resultado.

Otros procrastinadores son sencillamente indecisos. Le dan tantas vueltas a la manera de abordar el asunto que se quedan en la inercia. De esta forma, igual que los evasivos, se protegen de las posibles consecuencias de actuar.

La doctora Gladys Altieri señala que hay quienes conciben la procrastinación como un trastorno del comportamiento que podría...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR