Transgresora y pertinente

Por Javier del Valle

Especial El Nuevo Día

El pasado fin de semana se presentó dicha pieza en el marco del Cuadragésimo Sexto Festival de Teatro Puertorriqueño del Instituto de Cultura.

Vicente Castro, director y productor del clásico de Chéjov, presenta una lectura trasgresora al texto del ruso, que sazona con su usual picardía. Desde las nalgas al aire de "Yasha" (Juan Pablo Díaz), hasta el baile del tango Cambalache (1935), Castro se aparta del Chéjov tradicional con una propuesta totalmente ecléctica.

La escenografía y la ambientación juntan muebles y utensilios tradicionales con marcos de modernos impresos, que sustituyen el telón pintado y las altas paredes de la casona en la hacienda de los Ranevskaya. A esta mezcla le vino de maravilla el diseño de luces de Eduardo Bobrén.

Los estilos de actuación marcan también el contraste en esta puesta. La teatralidad abordada por Jaqueline Duprey ("Lyuba"), Rafael Fuentes ("Firs") o Cristina Sesto ("Dunyasha") contrasta con el acercamiento del "underacting" propuesto por Lucienne...

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