'En tres o cuatro minutos nos masacraron'
Por Daniel Rivera Vargas
drivera2@elnuevodia.com
El incidente terminó en tragedia: el ingeniero reclamó acceso a su hogar y, lo próximo que ocurrió es que allí, frente a su morada y en presencia de familiares, varios jinetes arremetieron contra él y otras dos personas de forma tan violenta que estuvo hospitalizado durante cinco meses hasta que falleció en el Centro Médico, en Río Piedras.
Por este asesinato, José Rivera Rivera, de 29 años, también de Coamo, figura la la lista de los más buscados por la Policía. El 12 de abril pasado, el juez Isaac Llantin Quiñones, del Centro Judicial de Aibonito, determinó causa para su arresto en ausencia por asesinato en primer grado y agresión grave contra y le impuso $150,000 de fianza.
El hermano menor del hombre asesinado, Miguel "Mickey" Alvarado Santiago, hizo a El Nuevo Día el relato de los hechos. Este hermano fue uno de las tres personas agredidas esa noche del viernes 8 de junio de 2012, aunque fue el único que no perdió el conocimiento en medio de la paliza.
Miguel recordó que ese día él, su hermano apodado Junior y otras personas fueron a trabajar en la instalación de una torre de comunicaciones en Caguas. Llegaron a la Ciudad Criolla a las 5:30 a.m. y regresaron a eso de las 10 p.m. a la casa del ingeniero -una residencia antigua de madera heredada de sus abuelos- en la calle Bobby Capó, en el casco urbano de Coamo.
Según Miguel, su hermano conducía una guagua y él otra, que estaba cargada de equipo de trabajo. Al llegar a la residencia, se topó con un grupo de jinetes que le impedían el paso. Incluso uno había amarrado el potro de la reja que da acceso al balcón desde la acera. Al otro lado de la calle había un negocio, hoy cerrado, que vendía bebidas alcohólicas.
"Mi hermano se baja y le dice que por favor muevan los caballos", narró Miguel. Tras ese primer reclamo, su hermano entró a la residencia donde estaba su mamá María Esther Santiago, de 83 años. Los jinetes hicieron caso omiso al pedido del ingeniero, quien cuando salió de la casa volvió a pedirles que movieran los caballos.
Aquí, indicó Miguel, comenzaron a golpear a su hermano, el ingeniero. Y el primero que le dio fue, según Miguel, el acusado Rivera Rivera con un puño en la parte de atrás de la cabeza.
Pero Rivera Rivera no fue el único agresor, dijo Miguel. Otros jinetes del grupo de unos 10 o 12 personas se sumaron a la paliza, dijo.
"Se paran y comienzan a agredir a mi hermano. Sin ninguna razón porque no hubo palabras...
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