Las tres estrellas del Sur
Suramérica
Viajar conlleva a gastos y ahorrar es una prioridad. Tarea primordial que muchas veces anteponemos al deseo y nos hace cambiar de rumbo. Sobre todo ahora que el dólar estadounidense rinde menos frente a ciertas monedas extranjeras y el ahorro es algo que siempre tenemos en mente.
Sin embargo, hay destinos donde el billete verde sigue siendo fuerte y los precios resultan ser más económicos. Lugares muy específicos como Buenos Aires, Bogotá y Quito donde el costo de una buena estancia equivale prácticamente a la mitad del precio que pagarías en Norteamérica e incluso Europa. Las ciudades capitales de Argentina, Colombia y Ecuador cuentan con el buen atractivo de la economía y son destinos turísticos que igualmente tienen historia, cultura y un caudal culinario que complace los gustos.
Hay desayunos a cuerpo de rey, cenas de primera categoría y compras en tiendas de renombre que no podrías afrontar en otros lugares. Puedes incluso optar por una estancia de lujo que te costaría relativamente lo mismo de un viaje regular a Europa. Están los hoteles cinco estrellas y los buenos restaurantes, así como museos y otros sitios de interés que resultarían ser tres veces más caro en el Viejo Continente. Un singular atractivo que nos obliga a tener en cuenta estas tres ciudades del sur americano.
El dólar estadounidense se mantiene fuerte ante el peso argentino. Ir a Buenos Aires de compras es buena idea. Pasee primero por el bulevar Florida, una entusiasta arteria peatonal de diez cuadras de largo y repleta de tiendas, cafeterías y restaurantes, que enlaza a la Plaza de Mayo y el Parque San Martín. Allí abundan los artistas de la pantomima y los bailadores de tango, así como los vendedores que salen al encuentro de los transeúntes.
Hay abrigos, zapatos y carteras de piel diseñados y confeccionados en el país que nada tienen que envidiar a las grandes marcas. Diseño y confección que semeja la técnica europea, principalmente la italiana, heredada y modernizada.
Pero ojo. Mucho ojo. Preste atención. No se deje llevar por la primera oferta. Ten en mente que eres turista y te aumentan el precio. Regatea. Pide te rebajen un 20 por ciento al menos. El monto a pagar varía según la calidad del material empleado. Una buena chaqueta, que allí llaman campera, hecha de piel nacional, costaría unos 95 dólares al cambio. Si optas por la piel importada de Italia, famosa por su suave textura, tendrías que agregar unos 45 dólares más. Incluso puedes preguntar si tienen el taller cerca del bulevar. Te hacen la pieza a la medida...
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