Tres voces, tres guitarras

Por Patricia Vargas CASIANO

pvargas@elnuevodia.com

Con esa sutileza interpretativa de los tríos y sus medias voces, también se le canta a la progenitora con 'Madrecita', de Antonio Machín.

Aunque nos pueden emocionar hasta las lágrimas, hay quienes piensan que para pertenecer a un trío basta con tocar una guitarra y ponerse a cantar, ignorando las horas de estudio y de ensayos que hay que dedicarle.

"En un trío cada individuo hace una labor distinta. Es importante que el timbre de voz se acople a las de los demás, por eso es una trilogía: tres voces, tres guitarras. Es un trabajo sacrificado, en especial el del requinto, que hace introducciones, puentes y notas de adorno. No hay muchos en la Isla por la técnica de los dedos. Su propulsor fue Alfredo 'el Güero' Gil, del Trío Los Panchos. Entre la nueva cosecha de requintistas se distinguen Gabriel Rodríguez y Víctor Roldán. Pienso que si más jóvenes se integraran a los tríos saldrían de las calles, porque se requieren hasta nueve horas de ensayos", sostuvo Tato Díaz, integrante de Los Hispanos y ahora segunda voz de Lo Nuevo en Tres.

Aparte del bolero, danzón, tango, samba y pasodoble -agrega Tato-, los tríos tocan salsa y merengue. "El trío no tiene limitaciones y se adapta a cualquier tipo de música... menos al reguetón".

Otros exponentes como Julio Ángel, Víctor Delgado, Iván y Junior Ortiz, Ricardo Feliú, Mike Rodríguez y Ramoncito Rodríguez coinciden en que, a pesar de lo sacrificado y no tan bien remunerado, siempre habrá nuevos intérpretes que seguirán aportando a la vigencia de los tríos.

"Es música que toca el corazón; las mismas canciones con otros intérpretes en distintas épocas han tenido el mismo impacto", indicó Díaz.

Según el sociólogo, experto en música popular, Ángel G. "Chuco" Quintero Rivera, la formación de los tríos tiene mucho que ver con el desplazamiento de los músicos de las orquestas. "En el sentido de que músicos como Rafael Hernández, que tocaba el trombón, tenían que depender de bandas municipales, por ejemplo, y muchos encontraron en el formato de tríos una manera fácil de recoger una complejidad musical en pocos instrumentos, como con la guitarra, que de la sexta cuerda a la primera tiene un registro amplio, y el requinto, que tiene un sonido más agudo. Tanto es lo que tienen que ver los tríos con ese fenómeno migratorio que siempre tocan de pie, como si estuvieran caminando. El juego de las voces, primera, segunda y tercera voz, es también importante", sostuvo...

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