Tributo en voz alta

Por Carmen Graciela Díaz

Especial El Nuevo Día

Que el 2010 fuera proclamado el Año Hernandiano no significa que las celebraciones en torno a este poeta combativo deban cesar. Por ese motivo, anclándose en el legado de Hernández y el centenario de su nacimiento, nació el audiolibro "Hasta después de siempre compañeros".

Protagonizado por los poemas de Hernández en la voz de Ortiz y la música del compositor Amaury Veray, el disco se moldea con el arreglo y la dirección musical de Carlos Cruz, la flauta de Ana María Hernández, el violín y la viola de Marta Hernández y la guitarra de Alberto Rodríguez.

Ortiz detalla que este disco promete "una velada, conjuntamente con su familia". "Van a escuchar a través de mi voz las penurias, el sacrificio y la fraternidad de uno de los más importantes poetas de la literatura española".

En el audiolibro también figuran las voces del actor Francisco Cabañas, el hijo del locutor, Lorenzo Ortiz, y el tenor Kevin Cabrera, además de textos de la Dra. Mercedes López-Baralt -quien contextualiza esta obra visual y auditiva- y del Lcdo. José E. Ayoroa Santaliz, quien aborda la presencia de Puerto Rico en la Guerra Civil Española.

"Hasta después de siempre compañeros" añade trazos a su identidad por medio del arte de la carátula que diseñó el artista Antonio Martorell, captando el rostro de Hernández mediante el poema "Elegía a Ramón Sijé".

Aparte de exaltar la prominencia de esta pluma, Ortiz no titubea en decir que este audiolibro pretende combatir los olvidos de personajes urgentes como este. "Me gustaría que los profesores de las escuelas públicas tuvieran este trabajo y les pidieran a sus estudiantes que leyeran y buscaran la vida de este hombre", expresa con el deseo que este trabajo propague la herencia literaria del español.

No son pocos los que conocieron a Miguel Hernández a través de la música del cantautor español Joan Manuel Serrat. Sin embargo, Ortiz articula que tuvo sus primeras aproximaciones a la obra hernandiana cuando era niño.

"Yo era estudiante de una escuela de arte dramático que tenía en Mayagüez mi primer maestro, Pedro Ojeda. En esa escuela nosotros hacíamos radio, novelas que él escribía y presentaciones...

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