A su última morada doña Trina Rivera

por jerohim ortiz menchaca

jerohim.ortiz@elnuevodía.com

Doña Trina falleció el domingo a sus 93 años de edad tras sufrir un paro cardíaco.

El sepelio se ofició en horas de la tarde de ayer y en presencia de decenas de amigos y familiares.

Nunca se declaró un duelo nacional.

"Ella fue más allá de la profesión, su pérdida es irreparable. Doña Trina fue pilar en lo que es la profesión del trabajo social en Puerto Rico", expresó Gloria Rivera Centeno, presidenta del Colegio de Trabajadores Sociales de Puerto Rico.

Rivera Centeno dijo que, a pesar de que doña Trina fue la novena presidenta del Colegio, nunca se separó de la entidad y mientras su estado de salud se lo permitió asistió a las asambleas y ayudó a dirigirla por el camino correcto.

"Le doy gracias a Dios de que doña Trina naciera en Puerto Rico, pues ella era una inspiración y nos dio ejemplo como puertorriqueños de lo que es la justicia, el amor al prójimo, la humildad y el perdón. Ella nos mostró la importancia de buscar la igualdad y de creer en la rehabilitación del ser humano", manifestó por su parte el alcalde de Toa Baja, Aníbal Vega Borges, quien dijo estar allí en carácter de amigo íntimo.

"Doña Trina fue un germen de vida en el corazón de Puerto Rico. Ella nos mostró que el progreso y la igualdad llegará cuando nos adentremos en el corazón de las comunidades", dijo por su parte el padre Pedro Ortiz, quien ofició la misa previo al sepelio.

Eduardo Rodríguez fue uno...

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