El ÚlTiMo BeSo

Por El Infiltrado

Porque el funeral de Héctor El Macho Camacho en Puerto Rico acabó por convertirse en algo así como un combate cuerpo a cuerpo entre vivos frente a un cuerpo muerto y que en vida los ganó casi todos, menos el de la calle.

Ella, joven de ojeras infinitas, ojos de pozo se aceró al cuerpo, camiseta rosa con una foto del Macho en su pecho. La otra, exnovia hace más de 20 años, amiga de la familia, gabán blanco, señorial. La primera se acercó al féretro, alzó el pedacito de tela para darle el último beso al cuerpo frío que nadie habita.

Pero no hay mayor verdad que esa de dónde hubo fuego cenizas quedan y la segunda en un episodio confuso, acabó gritando quién sabe qué cosa poco señorial y fontechosa.

Entonces, no se puede olvidar que este es el funeral de un boxeador que además se hacía llamar Macho y lo macharrán siempre termina en golpes...

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