A unirse para sobrevivir
Por Gloria Ruiz Kuilan
gruiz@elnuevodia.com
La idea es avalada por alcaldes de los dos partidos, según pudo constatar El Nuevo Día en una serie de entrevistas. Pero eso no implica necesariamente la desaparición de un pueblo, sino el delegar servicios en otros municipios con mejores capacidades, por ejemplo, para recoger la basura, asfaltar las vías o llevar la contabilidad.
Los ejemplos ya existen entre municipios que han establecido convenios, corporaciones municipales o planes estratégicos que satisfacen las necesidades de su gente y les evitan depender de las ayudas del Estado.
"Va a llegar el momento, y yo lo he dicho que ese momento está ahí, que hay que fusionar municipios", dijo el alcalde de Guaynabo, Héctor O'Neill.
"Hay algunos (alcaldes) que no podrán cumplir con las promesas porque con qué dinero", sostuvo el también presidente de la Federación de Alcaldes.
Y es que los alcaldes reconocen que aunar esfuerzos entre municipios es el norte. Pero también hay que dejar a un lado viejas costumbres como el populismo y el paternalismo.
"Una perspectiva regional es una salida, desde hace mucho tiempo, para atender problemas. Eso requiere pensar de una forma distinta a lo que ha sido la forma tradicional", dijo el catedrático de la Escuela de Administración Pública, Mario Negrón Portillo.
En Guaynabo, se hizo un convenio para construir viviendas y asfaltar vías con los municipios de Cidra y Aguas Buenas, que les cobran más barato que cualquier empresa, sostuvo O'Neill.
San Germán, Hormigueros, Lajas y Cabo Rojo se aprestan a crear un proyecto para impulsar como paquete los atributos de cada pueblo.
El recién electo alcalde de Arecibo, Carlos Molina, dijo que pedirá ayuda a los "municipios grandes" tomando en consideración que su insuficiencia acumulada es de $ 10.4 millones.
El también recién electo alcalde de Guayama, Eduardo Cintrón, sostuvo que se propone hacer una plaza comercial municipal en el casco urbano. "Obviamente necesitamos también la ayuda del gobierno central, pero no descansaré en eso", dijo.
Y Coamo compró un teatro, lo remodeló, lo convirtió en cine y creó 12 empleos para jóvenes. Trajo un supermercado -ya que no tenía ninguno- lo que también generó empleos. Además tiene un sistema mecanizado de contabilidad que espera "vender" a otros pueblos. Ahora, según dijo el alcalde Juan Carlos García Padilla, busca comprar una gasolinera "porque tenemos una deficiencia de oferta".
Son pocos los alcaldes que están dispuestos a...
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