La Universidad que queremos

ISMAEL TORRES

PERIODISTA

Bajo esos criterios se transformaron colegios regionales, creados para ofrecer grados asociados, en recintos con todas las de la ley, con rectores, decanos, etc. Así se abría la oportunidad, no de ofrecer más y mejores ofertas académicas, sino de acomodar a protegidos políticos. Tal vez por eso la UPR tiene la triste condición de ser una de las instituciones universitarias con uno de los índices más altos de empleados administrativos respecto a la plantilla académica.

A esa situación se suma la locura laboral donde los sindicatos imponen cómo, cuándo y quiénes y bajo qué condiciones se hacen las cosas en el sistema. Ello, sin contar que ya a la UPR llegó el virus de ciertas corporaciones públicas donde parientes y dolientes de los unionados y gerenciales heredan los puestos que quedan vacantes. Pero ese no era el punto que quería plantear, sino proponer una reflexión para ver qué se debe hacer para tener una institución de la más alta calidad académica, fuerte y con una gran presencia en el país.

Creo que lo primero que nos debemos preguntar es cómo salió la Universidad de la pasada huelga. También debemos preguntarnos qué está pasando con los extraordinarios profesores (y otros que debieron haber dejado el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR