'Ay ustedes no me creen'

Por Cynthia López Cabán

cynthia.lopez@gfrmedia.com

En el segundo día del juicio que se sigue contra Pablo Casellas Toro, por la muerte de su esposa, el Ministerio Público sentó a declarar, a cuatro testigos que ofrecieron detalles sobre el supuesto "carjacking" reportado el 17 de junio de 2012 en el área del Club Metropolitano de Tiro en Toa Baja.

Según la teoría de fiscalía, el evento fue un montaje para reportar el robo del arma que el acusado posteriormente utilizó para segar la vida de Paredes Cintrón.

Los dos agentes de la Policía que investigaron la querella por el hurto del vehículo, antes de que el FBI asumiera la jurisdicción del caso poco después de que se reportó el incidente, relataron que Casellas Toro ofreció versiones contradictorias de los hechos antes que su papá, el juez Salvador Casellas, se lo llevara para el hospital.

El agente Ricardo Costales, del Cuerpo de Investigaciones Criminales, declaró, que en una primera versión, Casellas Toro entraba al polígono privado, a eso de las 9:00 a.m., cuando escuchó cuatro detonaciones que impactaron la parte posterior de su vehículo. Detuvo su guagua y corrió hacia el polígono.

"(Dijo que) Sale de la maleza un hombre trigueño delgado... cubriéndose el rostro con una media negra. Le apunta con un arma y le pide todo", relató el testigo sobre la versión de Casellas Toro ante un jurado compuesto por seis mujeres y seis hombres.

Según esa versión, Casellas Toro entregó todas sus pertenencias. Luego, el asaltante le disparó y le pidió que se moviera hacia el asiento del pasajero.

En la segunda versión, Casellas Toro relató que el asaltante lo tenía encañonado por el lado del vehículo cuando le pidió que se moviera al asiento del pasajero.

"(Dijo) que le disparó en el brazo derecho y que rompió el cristal", indicó el agente.

Tras el disparo, Casellas Toro supuestamente salió de la guagua por la ventana porque la puerta no abría.

El agente Costales, a preguntas de la fiscal Parra, indicó que volvió a cuestionar a Casellas Toro, quien reaccionó en tono "hostil" y soltó "ay ustedes no me creen".

Al igual que el agente Rodolfo González, quien realizó la investigación preliminar de la querella, Costales observó que los cristales rotos y los casquillos de bala se encontraron en el área donde apareció la guagua y no en el lugar donde el acusado explicó que ocurrió el incidente.

González también notó que el acusado no tenía rasguños a pesar de que supuestamente se lanzó por una ventana que tenía...

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