'Hay que vacunarse para huirle a esa enfermedad'
Por Osman Pérez Méndez
osman.perez@gfrmedia.com
El coliseo Rubén Rodríguez pareció chiquito para la cantidad de gente que acudió a recibir la protección contra la enfermedad. Los organizadores del evento incluso tuvieron que abrir el coliseo una hora antes de lo previsto, a las 7:00 a.m., y para las 4:00 p.m., cuando se debía terminar, cientos esperaban aún por su inyección.
La larga espera causó malestar en algunos, pero el escenario en general estuvo tranquilo y contó con buena seguridad. Los ancianos, discapacitados y embarazadas eran atendidos en filas especiales más rápidas.
En la mañana, y ante la gran cantidad de público que esperaba bajo el sol, abrieron las gradas superiores del coliseo, para que el público pudiera esperar allí cómodamente, sentados y bajo el aire acondicionado.
Eduardo Enríquez y su esposa Jessica Díaz acudieron a vacunarse junto a sus hijas Zoé y Génesis.
"Nos motivó la alta incidencia de influenza. Una de las nenas dio positivo hace poco más de un mes a la influenza A. Así que decidimos venir", dijo Enríquez mientras los atendían. "Vinimos temprano, desde las 8:00 a.m. Gracias a Dios ya estamos resolviendo. Nos vamos a vacunar todos".
Según el padre de familia, "hubo un poco de desorganización al principio, pero realmente había mucha gente".
Aseguró, no obstante, que se iban satisfechos con la organización del evento de vacunación masiva.
En otra mesa, Isabel Vega, una dama de blanca cabellera, esperaba su turno mientras inyectaban a su vecina.
"Tengo 80 años, así que tengo que mantenerme bien", dijo Vega con una pícara sonrisa.
Añadió que le había sorprendido la cantidad tan grande de personas que había acudido a la vacunación. "No esperaba tanta gente. Pero está bien organizado. Aunque quizás por ser 'seniors' nosotros pasamos más rápido", dijo Vega, quien comentó que había acudido al evento tras enterarse del mismo en su farmacia, a donde había acudido a indagar por la vacuna.
Freddie Santiago, su hija Rosa María y su nieto Miguel Adrián fueron otra de las familias que aprovechó la oportunidad para vacunarse.
"Es una sorpresa la cantidad de personas", afirmó Santiago, mientras su hija era inyectada y su nieto miraba el proceso con curiosidad.
"Nosotros teníamos planeado desde antes venir. Estábamos preocupados por la situación (del brote). Vemos lo que dice la prensa y la televisión, y es mejor remediar, sobre todo si hay recursos disponibles", añadió Santiago, mientras su nieto recibía su inyección.
Ana...
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