De vagos y mantenidos

CESAMIL S. IRIZARRY

MAESTRO DE HISTORIA

No obstante, quizás valga la pena preguntarnos por un momento, ¿por qué somos vagos? Para O'Reilly y Abbad éramos vagos porque nos conformábamos con sembrar lo suficiente para alimentarnos. Trabajábamos, pero no producíamos dinero para la metrópolis. Eso significaba vagancia. Lo mismo sucedía bajo Estados Unidos. Cualquier campesino que se molestara con la avasallante conquista de tierras del capital norteamericano era un vago, aun cuando se quedara sin la tierra con la que sustentaba a su familia.

Pasada la primera mitad del siglo XX, esa masa de campesinos pobres y "recostados" no era parte de la visión moderna e industrial para nuestra isla. Así que les dieron de codo y los metieron en los caseríos. Además, para que no pudieran afear más nuestra imagen, le ofrecieron cupones y otras ayudas económicas.

Hoy, los modelos económicos agrícolas e industriales que los desplazaron, cayeron. El Gobierno...

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