Valientes

Mari Mari Narváez

"Nunca volví a ser la misma". Pocas cosas me han parecido más devastadoras. Lo decía Madeline Ortiz, una de las cinco víctimas de Wiso Malavé Zayas en el juicio contra él por nueve cargos de actos lascivos. Sé exactamente cuán violento es lo que dice esta mujer. Muchas de nosotras sabemos.

"Era peor callar", arremetió otra de las víctimas, y una no está muy segura de que mucha gente tenga idea de lo tremendamente valiente que es esto.

Desconozco las minucias de la defensa de este señor. Pero sé otras cosas. Sé que la cárcel no es una solución reivindicadora. Pero también sé que, en nuestra sociedad, los crímenes se retribuyen con cárcel. Mañana podemos hablar de cómo podemos erradicar la prisión como castigo. Hoy me atrevo a asegurar que si Malavé Zayas no va a cumplir un solo año preso es porque la sociedad puertorriqueña (que no sólo el juez, que es un simple vicario de una fuerza mayor) jura que los cuerpos de las mujeres le pertenecen. No va a ir preso porque hasta la gente más o menos educada piensa que la violencia sexual no es tan mala nada. Es algo tolerable que admite la agresión como expresión.

"¿Para qué rayos existen los cuerpos de las mujeres si no es para manosearlos?"; "¿Cómo una mujer va a...

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