Valora cada paso
Por Ileana Delgado Castro
idelgado@elnuevodia.com
"La llevamos al hospital y le cogieron puntos en el labio y le chequearon la frente y la nariz, que se había hinchado un poco. Pero como parecía que todo estaba bien, no le hicieron un CT Scan (prueba radiológica) de la cabeza", cuenta Isabel sobre el traspiés de su madre, doña María Ramírez, de 76 años, accidente que eventualmente tuvo serias repercusiones.
"De camino a la casa la noté muy callada. Y cuando llegamos empezó a vomitar, pero no quiso regresar al médico. Se quejó de un fuerte dolor de cabeza y dijo que quería dormir un poco. Pero en la madrugada comenzó a vomitar de nuevo y cuando se fue a levantar, tenía problemas para mover una de las piernas", recuerda Isabel. Fue cuando decidieron llevarla a otro hospital, aunque allí les recomendaron trasladarla al Centro Médico después de hacerle otro CT Scan y encontrar que tenía un sangrado entre los dos hemisferios del cerebro.
"Luego de la evaluación neurológica en Centro Médico, nos dijeron que era necesario operar y aunque era una cirugía de alto riesgo, si no se hacía iba a perder movilidad y a tener otros problemas serios", explica Isabel, tras recordar que ya para ese momento se había dado cuenta que su madre a veces alucinaba y, en otras ocasiones, no era muy consciente de lo que decía.
Afortunadamente, doña María salió bien de la operación y aunque tuvo que pasar por un intenso periodo de rehabilitación, logró avanzar bastante en su recuperación. Sin embargo, dos caídas posteriores han frenado un poco ese avance. Más que nada, por el temor que tiene ahora de volverse a caer. "Ella ahora se frustra bastante porque había avanzado mucho, pero después de esas dos caídas ha echado para atrás", agrega Isabel.
Como doña María, cientos de personas mayores de 65 años sufren a diario las consecuencias de una caída, uno de los accidentes domésticos más comunes entre las personas de edad avanzada. De hecho, se estima que una de cada tres personas de 65 años o más sufre al menos una caída al año. Sin contar que es una de las principales causas de incapacidad y lesiones serias entre la población geriátrica. Por ejemplo, son la causa principal de fractura de cadera en el anciano. Y dependiendo de la zona del impacto, otras estructuras óseas e incluso órganos internos pueden afectarse.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las caídas son la segunda causa mundial de muerte por lesiones accidentales o no intencionales. A lo que se...
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