'Yo veía la casa corriendo sola'

Por Sandra Caquías Cruz

scaquias@elnuevodia.com

La misma lluvia que causó estragos en el cementerio municipal de Lares, el pasado 10 de mayo, dejó huellas en media docena de familias de esa municipalidad, entre ellos la de don Héctor, quien ayer intentaba regresar a la normalidad.

Las casas de esas seis familias eran evaluadas ayer por personal del Departamento de la Vivienda ante la posibilidad de otorgarle un subsidio para el alquiler de una vivienda, explicó Erasto López, coordinador de zona de esa agencia, quien destacó que la evaluación no implicaría que se le otorgaría el llamado voucher.

Mientras, uno de los hijos de don Héctor, junto a su esposa y tres hijos, pernoctan en casa de familiares tras perder todo el mobiliario. La vivienda afectada es una estructura de dos niveles a orillas del río Guajataca. Don Héctor vive en el segundo nivel y su hijo en el primero.

"Yo no paso pa' allá", dijo don Héctor cuando intentó mostrar las huellas de fango que el río dejó en la vivienda de su hijo. "No empieces a llorar", le pidió una mujer. "Pasen ustedes", dijo el hombre cuando la voz se le entrecortó.

Relató que la tarde del 10 de mayo el agua entraba a su propiedad por todos lados. "Yo veía la casa corriendo sola", describió. "Es triste tener algo que se hizo con sacrificio y de la noche a la mañana quedarse sin nada", dijo.

La razón para que fuera la primera vez que le ocurría esa situación, según explicó, obedece a que diversos negocios le han ganado terreno al río. "Quieren parking, y cogen el río, y lo reducen. Siguen cerrando el río", señaló.

Ángel Pérez Ruiz, director de la Oficina estatal para el Manejo de Emergencia, destacó que esas seis familias están siendo atendidas y que el gobernador Alejandro García Padilla declaró al municipio zona de desastre.

Entre las viviendas afectadas, mencionó, se encuentra la de una joven con dos hijas que reside en la carretera PR-24. También se afectó la de una familia del barrio Espino y otras dos familias que viven el carretera PR-128, donde la carretera se estaba deslizando.

Otra de las áreas residenciales afectadas por las lluvias, pero que no es parte de las seis viviendas evaluadas para reubicación, colinda con el cementerio municipal de Lares, el más afectado en ese pueblo. Un alud de tierra y vegetación de la parte posterior de varias de esas casas cayó en el camposanto sepultando una veintena de panteones.

Entre los residentes de esas viviendas se encuentra Héctor M. Torres, vecino del...

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