'A veces me preguntaba: '¿por qué a mí'
Por Marga Parés Arroyo
mpares@elnuevodia.com
Una evaluación médica inicial detectó que los síntomas de la niña eran compatibles con los del síndrome nefrótico, que incluyen proteína en la orina, bajos niveles de proteína en la sangre, hinchazón y niveles altos de colesterol.
Entonces comenzó el viacrucis para la familia, en la búsqueda de un tratamiento médico efectivo para su hija ya que, por múltiples factores, el cuerpo de Yarieli rechazó una variedad de medicamentos típicamente usados para tratar dicha condición.
"Fue bien difícil. En la primera crisis estuvo casi un año hospitalizada porque solo orinaba cuando le daban un medicamento intravenoso", recordó su madre.
Fue a los cuatro años de edad cuando la pequeña Yarieli llegó al Hospital Pediátrico Universitario, en Río Piedras y el doctor Melvin Bonilla, uno de los pocos nefrólogos pediátricos que hay en el país, comenzó a tratarla con un agresivo tratamiento médico.
"Su diagnóstico era glomeruloesclerosis focal segmentaria, la segunda causa más común de síndrome nefrótico en niños -pero la más fuerte- con alto riesgo de caer en fallo renal si no responde a tratamiento", explicó el galeno, quien recalcó, además, que una tercera parte de los afectados requieren, eventualmente, un trasplante de riñón.
Una batería de medicamentos y múltiples hospitalizaciones lograron estabilizar a Yarieli durante unos tres o cuatro años, pero a los ocho años tuvo otra recaída.
"Creó resistencia a la prednisona y le dimos otro inmunosupresor. Se empezó a hinchar, a perder función renal... Estuvo hospitalizada casi un año", recordó Bonilla.
Su salud se deterioró a tal grado, que permaneció en la unidad de cuidado intensivo durante un mes.
"Tenía edema pulmonar, insuficiencia de riñón, un estado antes del fallo renal. Empezamos la diálisis para removerle el líquido de los pulmones. Estaba entubada, con respirador, completamente sedada, bueno, al borde de la muerte", comentó el nefrólogo.
Tras salir de esta crisis, la familia optó por buscar una segunda opinión médica fuera del país y Yarieli se fue junto con su madre al Boston Children's Hospital, donde fue tratada con otros medicamentos. A los cinco meses, luego que el personal médico reafirmara el diagnóstico inicial y la posibilidad de que Yarieli eventualmente sufriera fallo renal, regresaron a la Isla para continuar el tratamiento en el Hospital Pediátrico Universitario.
Yarieli tenía solo diez años cuando cayó en fallo renal. Tras enfrentar problemas...
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