Vecinos de Dos Pinos defienden sus Airbnb

A Ricardo Rivera Barral, el huracán María y la pandemia del COVID-19 le tiraron por el suelo.Ambos eventos hicieron agua el negocio que tenía en Santurce y luego de malas experiencias con el alquiler de otra residencia en Carolina y que terminó entregándola al banco, Rivera Barral optó por dedicar uno de sus cuartos en la residencia que posee en Dos Pinos, en Río Piedras, al alojamiento compartido.Explicó que para el 2017, se interesó en ser anfitrión de Airbnb y cuando los problemas económicos arreciaron, esa fue la oportunidad para proveer su sustento.Ahora, cinco años más tarde, Rivera Barral no solo convirtió parte de su residencia en Dos Pinos en unidades de Airbnb sino que compró otra residencia allí para el mismo fin. La empresa ya genera suficiente ingresos como para que él y su esposa, Jeamaly Rivera Pérez, renunciaran a sus trabajos y dedicarse a la incipiente empresa y al cuidado de sus padres.Rivera Barral no es el único que posee arrendamientos de corto plazo (STR, en inglés) en Dos Pinos. Otra decena de propietarios, en su mayoría residentes locales, hacen lo mismo. Incluso, un residente en Dos Pinos, de origen estadounidense, compró otra casa en la comunidad para convertirla en un STR.Rivera Barral conversó con El Nuevo Día tras reseñar las denuncias de varios vecinos de Dos Pinos en torno a la proliferación de los STR."Nunca he tenido ninguna situación con mis huéspedes", dijo por su parte, Diana Sambolín, directora de una organización sin fines de lucro, quien dedica una de sus habitaciones a Airbnb y otra parte de su residencia al alquiler de largo plazo.Sambolín buscó un ingreso extra luego de que tuviera que recurrir a un préstamo para corregir los daños que le ocasionó el huracán María. El STR ahora representa un 20% de sus ingresos mensuales.Al presente, hay 12 residencias dedicadas al negocio de STR en Dos Pinos, dijo Rivera Barral. Una residencia puede tener más de una unidad de STR.Las unidades, donde Rivera Barral y Sambolín fungen como anfitriones, están ocupadas la mayor parte del tiempo por viajeros que llegan a San Juan desde lugares tan distantes como Australia para recorrer diversos puntos de la isla. También se alojan personas que viajarán en crucero y otras que residen fuera del área metropolitana y van a la capital para asistir a conciertos y citas médicas, dijeron.La definición de permisosContrario a los alegatos de sus vecinos, Rivera Barral y Sambolín aseguran que sus negocios cuentan con...

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