Vecinos de Ocean Park contra un fallo judicial

Junta de Directores

Calidad de Vida Vecinal (CVV) de Ocean Park

Ante el reclamo de victoria de HDM, CVV descarga su responsabilidad de explicar a los residentes la realidad de que el Tribunal declinó evaluar las actividades de Hostería del Mar a la luz del permiso de uso que tiene. La posición de CVV ha sido que el Tribunal tiene la facultad y responsabilidad de entrar a determinar la legalidad de los usos actuales de HDM en contraste con su permiso de uso. Ello, con independencia de procedimientos administrativos pendientes en relación a los permisos para operar un hotel, que solicitó HDM. Ninguna de las oficinas gubernamentales con injerencia en el tema de permisos de uso ha entrado a contrastar si los usos y actividades concretas de HDM corresponden a la zonificación y a los permisos vigentes, a pesar de haberle sido solicitado por CVV. Tanto ante las oficinas gubernamentales como ante el Tribunal CVV ha planteado que los usos que lleva a cabo HDM no responden a sus permisos vigentes y crean un ambiente de total impunidad en el vecindario, generando la percepción de que aquí puede llevarse a cabo cualquier actividad comercial, con o sin permiso.

El Tribunal se limitó a examinar si las actuaciones de HDM son o no razonables, saltándose el análisis previo e imprescindible de la legalidad de las mismas en el contexto de la zonificación del área y de los permisos con los que cuenta. Un claro ejemplo de esto es la operación de una barra, abierta al público. Otro es que disponen de 24 habitaciones, excediendo las 15 que les permite el reglamento del Municipio de San Juan. Tener un salón de actividades disponible para el alquiler del público tampoco es una operación propia de una casa de huéspedes, pero lo tienen. Esos son solamente un par de ejemplos. Hay muchos más. En fin, HDM lleva a cabo usos y actividades nunca antes vistas ni permitidas en un Distrito RT 4.

La actuación desafiante de HDM al continuar realizando, ampliar e inaugurar nuevas atracciones como lo que muy recientemente han llamado Bellini Beach, siendo plenamente concientes de las molestias que causan en el vecindario, llega a niveles inexplicables. No puede entenderse por qué el "derecho al disfrute de su propiedad" conlleva el poder de convocar extraños a todas las fiestas que se les antoje en nuestras horas de descanso. En este momento, el Tribunal parece...

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