Velada de ejecuciones magistrales

Por Luis Hernández Mergal

Especial El Nuevo Día

En sus mejores obras, Prokofiev utiliza estos elementos contrastantes en una pugna dialéctica de concentrado dramatismo. Las "tres sonatas de la guerra" (núms. 6, 7 y 8) para piano solo son un ejemplo.

En otras obras no menos importantes, Prokofiev parece inclinarse por uno de estos dos mundos sonoros. Tal es el caso de su Concierto núm. 2 en sol menor para violín y orquesta, Op. 64, de marcado carácter lírico, muy alejado todavía de la violencia visceral de las futuras sonatas guerreras.

La magistral interpretación de este concierto que ofreció el violinista Elmar Oliveira junto a la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico dirigida por John Neschling, como parte del Festival Casals 2013, el pasado sábado en la Sala Sinfónica Pablo Casals del Centro de Bellas Artes de Santurce, fue una estupenda muestra de ejecución limpia, técnicamente impecable, con una profundidad musical producida por un acercamiento a la partitura más bien refrenado; lo que no significa frialdad, sino control absoluto del medio.

La sintonía interpretativa entre el solista y el director fue evidente, aunque en algún momento del Allegro moderato el violinista parecía incitar a la orquesta a moverse más velozmente. La conmovedora poesía del Andante assai, en que Oliveira produjo un hermoso tono cantabile, dio paso a un Allegro, ben marcato de pasajes virtuosistas ejecutados con pasmosa facilidad por Oliveira.

Una clara conciencia de la estructura, en esa obra monumental que es la Sinfonía núm. 1 en re mayor (Titán), de Gustav Mahler, fue el rasgo distintivo de la impresionante interpretación del maestro Neschling que culminó el programa del...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR