Viajar sola... ¿por qué no?
Mujeres viajeras
Recuerdo que en una ocasión fui con una amiga a Nueva York y tuve que echarme un día en Ellis Island cuando lo que anhelaba era tomarme una copita de un sabroso chianti en Little Italy. Confieso que la amistad se enfrió después del viaje. Y es que viajar acompañada, a menos que el interés ronde lo romántico, requiere de compromiso y negociación. Una quiere dormir hasta las diez de la mañana, y las amigas a las ocho quieren contar los peldaños de la monumental escalinata de la Piazza Spagna, en Roma. A propósito son 135 peldaños.
Según estadísticas provistas por el portal Termómetro Turístico, el perfil de la turista sola es el de una mujer independiente, de entre 35 y 60 años y con ingresos económicos propios de una clase media alta y alta. Las estadísticas también nos dicen que se estima que durante el próximo año las mujeres que viajen solas gastarán alrededor de $ 125 mil millones. Es por eso que las empresas turísticas y hoteleras le tienen el ojo puesto las mujeres que viajan solas. ¿Y quién no?
Para viajar sola lo que se necesita es poseer una buena dosis de seguridad. En sí misma. Nada de ambivalencias. Una vez se toma la decisión, lo ideal es conocer de antemano el destino a visitar. Leer al respecto, por supuesto. No estaría de más un vistazo a los boletines que emite la Oficina Consular del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Además, saber que cada cultura posee sus propios conceptos de lo que es el comportamiento correcto de una mujer. La reacción a las posibles "violaciones" pueden variar, desde torceduras de ojos, comentarios por lo bajo, hasta cargos criminales y castigo. Por ejemplo en Laos es ilegal invitar a un laosiano a un "drink" y en Arabia Saudí una turista puede ser arrestada por vestir "impropiamente".
. Ten tu pasaporte y visas, de ser necesarias, listas.
. Informa a un familiar o vecino tu itinerario de viaje. También el número de vuelo y línea aérea.
. Deja los objetos valiosos en casa.
. Maneja con el plan médico tu cobertura y si usas medicamentos, no los olvides. Tampoco los artículos de higiene personal. No creas que en otros lugares encontrarás las marcas que utilizas.
Lee libros y publicaciones de mujeres que viajan solas. Una de ellas es la irlandesa Dervla Murphy. Su libro "Full Tilt, Ireland to India with a Bicycle", cuenta sus aventuras cuando un buen día se subió a una bicicleta y se embarcó en un largo viaje a dos ruedas que la llevó a la India. Con una mente abierta, y con...
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