'La vida del jinete es galopar'

Por Mildred Rivera Marrero

mrivera1@elnuevodia.com

Va todos los días al Hipódromo Camarero para practicar o "traquear" a los equinos y, en algunos casos, a participar en las carreras oficiales.

Muchas veces, el jinete va a montar caballos a Santa Cruz, Jamaica, y Saint Thomas. El retiro no está todavía en el panorama porque ha sido jinete toda la vida y se siente bien.

Con una excelente condición física, Mojica es el mayor de los jinetes que están activos en el Hipódromo. Más aún, sus dos hijos varones también son jockeys y los tres han establecido récord en Nueva York al montar en la misma carrera simultáneamente.

"Yo quiero tener ese récord aquí antes de retirarme", afirma Mojica, quien tendrá la visita de uno de sus hijos en los próximos meses.

A pesar de su desempeño en el mundo ecuestre, Mojica, natural de Toa Alta, no comenzó ahí. Era boxeador y, con sus 105 libras, competía en el peso mosca.

"Era bueno", asegura. "Pero la estatura no me ayudaba".

Un día, personas de la industria ecuestre lo vieron montando un caballo y le dijeron que podía ser jinete. Luego, Tuto Maldonado lo enseñó todo lo que necesitaba conocer, asegura.

"La vida del jinete es galopar. Por las mañanas es más duro. A veces me dan un caballo loco (dice al referirse a los equinos inquietos). Me buscan para que los arregle. Tengo un método con los caballos locos. Yo les canto y eso los hace sentir bien", revela el residente de Carolina.

"Ese es un sistema que yo tengo", agrega y lamenta que, a veces, le pidan...

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