Una vida ligada al deporte y a la justicia

La súbita muerte del juez federal Juan R. Torruella a consecuencia de un infarto ayer ha dejado una estela de tristeza entre la comunidad deportiva nacional que reconoció al jurista como un amante de los deportes, respetuoso de la soberanía deportiva y un excelente asesor en temas relacionados a este campo.Una de las primeras personas que lamentó su fallecimiento fue la presidenta del Comité Olímpico de Puerto Rico (Copur), Sara Rosario, quien compartió que el ex velerista olímpico siempre estuvo dispuesto a asesorarla cuando ella se lo pedía."Me siento muy apenada por su partida porque en el deporte fue una persona muy valiosa, atleta competitivo, presidente federativo y delegado del Comité Olímpico por mucho tiempo. Para mí siempre fue un gran asesor en temas políticos y legales. En muchas ocasiones pedí su asesoramiento y siempre estuvo disponible a pesar de sus largas estadías en Boston", expresó Rosario, quien destacó que la llegada del juez al Circuito de Apelaciones es motivo de orgullo para los puertorriqueños."Fue un olímpico de corazón. Siempre me decía como había que cuidar y proteger la soberanía del deporte y lo que el Comité Olímpico había logrado en el país", agregó.Por su parte, el líder deportivo Osvaldo Gil Bosch se mostró consternado cuando supo del fallecimiento del juez, al que llamó cariñosamente ‘Billo’."Me he quedado solo. No sabe la pena que esto me ha causado", expresó ahogado en llanto al recordar que muchos de sus compañeros de lucha en el ámbito de los deportes, como Jenaro ‘Tuto’ Marchand, Héctor Cardona, Elfren Bernier y Libertario Pérez ha dejado ya este lado de la existencia.Más tranquilo, el ex presidente del Copur y de la Federación de Béisbol apuntó que, aunque el togado creía en el ideal de la estadidad, era respetuoso de las creencias de los demás."La mayor proyección de Billo Torruella es que era un hombre que profesaba la estadidad y nunca yo lo vi en nada del deporte que lo moviera de la ruta recta de obedecer los dictados de su conciencia, de no abusar del poder que tenía y de la amistad que les brindaba a todos los deportistas que se le acercaban", expuso el abogado criminalista."Era tan bueno como ser humano como lo fue como deportista y como juez. Era una persona íntegra. Él sabía que yo era puertorriqueño, yo sabía que él era pro-estadidad. Nunca discutimos otro tema que no fuera el del deporte. Él respetaba los criterios (de los demás)", añadió Gil Bosch, quien recordó que Torruella lo...

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