Sueños de una vida rosa

Por Marcos Billy Guzmán

Especial El Nuevo Día

Sin ser de carne y hueso, Barbie ha esculpido su sello en cientos de millones de personas alrededor del mundo. Haz la prueba: pregúntale al vecino si la conoce. Probablemente responda con una de esas miradas que expresan más de mil palabras... como si sus ojos te dijeran: "¿Acaso vivo debajo de una piedra?".

La vida plástica parece fantástica. ¡Ah! Pero Barbie no siente ni padece, aclararían muchos... Dígale eso a todas las niñas que han crecido compartiendo sueños, alegrías y frustraciones con ella desde que fue presentada en 1959 en la Feria Internacional del Juguete en Nueva York. Su impacto la convierte en uno de los más influyentes íconos de la cultura popular, sobre todo en occidente.

Resumido en cifras, la muñeca de Mattel cuenta con más de 130 carreras profesionales, 7 millones de fanáticos en Facebook y sobre 300 millones de resultados al escribir su nombre en Google. Cada tres segundos, una Barbie es vendida en el algún lugar del mundo, según el portal web de la muñeca.

"Barbie tiene mucho que enseñarnos de quiénes somos, quiénes queremos ser, quiénes tememos que queremos ser y en quiénes tememos que podremos convertirnos", sostuvo Mary F. Rogers hace 14 años en su libro Barbie Culture.

Aun hoy, a más de cinco décadas de su aparición, la muñeca sigue marcando pauta alrededor del mundo.

Muchas figuras del ámbito del espectáculo han sido seducidas por el encanto del jueguete.

Para 1967, la supermodelo Twiggy fue la primera celebridad en ser convertida en una muñeca Barbie. De Marilyn Monroe, Elizabeth Taylor y Audrey Hepburn a Cher, Shakira y Lindsay Lohan, la lista de quienes le han seguido los pasos es larga. Hasta el artista Andy Warhol quedó fascinado por la rubia de plástico al pintarla en el 1985.

Nicki Minaj no solo cuenta con una de estas muñecas hechas a su semejanza, sino que se presenta como la "Harajuku Barbie", como llama al más popular de sus álter egos. La cantante describe el personaje como sexual, dulce, heterosexual y femenino. Su fijación la llevó a integrar la mansión Barbie a su Pink Friday Tour y posa como la muñeca en las revistas. Al ser abordada sobre el tema, la rapera ha explicado que asume "personalidades" desde niña, cuando buscaba escapar de su padre drogadicto. La fantasía, asegura, es su realidad.

"Es un símbolo de afecto para mí", indicó hace cuatro años al portal Necole Bitchie. "Nunca quise hacer un movimiento Barbie... Mis 'barbies' (sus fans) hicieron...

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