Una vida al son de la salsa

Por Marcos Billy Guzmán

Especial El Nuevo Día

En un espectáculo que expuso una vez más su madurez sobre el escenario, el llamado Niño Bonito de la Salsa agradeció el respaldo que sus fanáticos le han demostrado por los pasados 45 años. Su semblante ya no tendrá tanta frescura, pero el espesor de su alma musical todavía tiene la capacidad de enternecer, divertir y avivar a la audiencia.

El concierto Una vida de salsa comenzó con el orgullo patrio que despertó inmediatamente el himno La Borinqueña, que los Hermanos Cepeda interpretaron por medio de un baile folclórico. Para extender aquel sentimiento, el cantante aguadeño siguió cantando Con mi pueblo. Para este tema, como en muchos otros a lo largo del show, el salsero leyó parte de la letra con la ayuda de un monitor ubicado en el piso de la tarima. Sin embargo, su voz y sentimiento le bastaron para conquistar a sus seguidores.

"¡Qué viva la patria!", exclamó, previo a entonar Borinquen tiene montuno frente a un gentío que aplaudía sin cesar. "Hacía tiempo que no llegaba, pero doy gracias a Dios por esta oportunidad tan bella de compartir con mi pueblo, mi gente. La vamos a pasar bien chévere. Vamos a dar un pequeño viaje".

El viaje fue a través de casi tres decenas de canciones que identifican su vida y carrera. Así continuó entonando cortes como Mi niña bonita y Señor sereno, que abrieron paso al primer gran dúo de la noche. El dominicano José Alberto "El Canario" entonces unió su voz con la del protagonista en el número Así se compone un son. La audiencia aprobó los soneos de ambos artistas con aun más aplausos, incluso cuando el invitado se adueñó del escenario para interpretar a solas el éxito A la hora que me llamen voy.

"Cuando yo estaba en la orquesta La Revolución, él apareció en la Típica 73. Trabajamos casi todas las noches juntos y se hizo una amistad. Para mí es un honor", recordó Ismael, mientras El Canario enfatizaba que su colega "sigue siendo un niño bonito".

La función continuó su rumbo mientras Ismael deleitaba a los presentes con Cipriano...

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