La vieja fábula del lobo vestido de oveja

Por Benjamín Torres Gotay

btorres@elnuevodia.com

Ningún argumento racional apoya la idea de que la pena de muerte es una buena medida anticrimen. Pero lo que mueve a los que lo piden no es la razón. Lo que los mueve es una reacción visceral, instintiva, surgida del horror. Es como el que le da un puño a una pared con la cual involuntariamente se dio un golpe.

Más o menos en esa línea puede describirse el ánimo que domina al País en estos días en torno a la llamada "reforma legislativa". Tanta rabia y tanta indignación causan las actuaciones cotidianas en la Asamblea Legislativa, que la gente parece dispuesta a darle el machetazo sin contemplaciones y sin pensar en consecuencias o implicaciones.

La Asamblea Legislativa ha sido por demasiado tiempo, por decirlo de una manera publicable, una piedra dentro del zapato del país. Salvo algunas excepciones que son como una gota de agua en el mar, la Legislatura es un bastión de mediocridad, relajo, chapucería, pillaje, vulgaridad y charlatanería.

La mayoría de sus miembros actúan como bufones y saquean sin pudor alguno los recursos del País, autoadjudicándose salarios y beneficios con los cuales los simples mortales no pueden ni soñar, repartiendo contratos a amigos y familiares, entreteniéndose en bobadas, dentro de una burbuja dentro de la cual no tienen prácticamente ningún vínculo con la realidad del país.

Uno piensa en todo eso y es grande la tentación no sólo de reducirle 22 escaños, como se propone ahora, sino de arrancarla de raíz de la vida colectiva. Pero vivimos en un sistema de gobierno republicano de contrapeso entre tres ramas y no podemos dejarle todo a las otras dos, especialmente si tomamos en cuenta que, en esta coyuntura histórica, tampoco son modelo de virtudes.

La gran solución para esto que propone el Partido Nuevo Progresista (PNP) es quitarle 22 escaños y nada más. Hay gente seria que piensa de buena fe que en ese "nada más" hay un avance, pues habría al menos algunos ahorros y nos quitaríamos de encima a unos cuantos indeseables. Pero los que dicen eso también actúan a base de las vísceras y no de la razón, como veremos de inmediato.

Lo primero en lo que parece que nadie ha pensado es que nada garantiza que...

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