Cuando los 'viejos' abusan

WILDA RODRÍGUEZ

PERIODISTA

Aquel hombre estaba en mejores condiciones físicas que mucha gente joven que conozco, incluyéndome. Mi intercambio con él me confirmó que estaba como coco. Estaba, sí, abusando de un privilegio que algunos "viejos" no se merecen. Atropellan y maltratan a los demás con el privilegio. Que conste que hay algo que me indigna más que cuando los viejos abusan y es cuando abusan de los ancianos. Porque hay que trazar la línea: la ancianidad supone unos grados de indefensión que no admiten cuestionamiento.

Y hay que ver que los ancianos muchas veces tienen más dignidad que los mal llamados viejos y se resisten a ser cargados innecesariamente.

No me había percatado de cuánta persona mayor explota la franquicia hasta que me ha tocado competir con ellas. La patente de viejo -que se ha fijado en la llegada a los 65 años- no da derecho al atropello. Imponer la edad por puro gusto es un atentado contra la convivencia.

He visto viejas en mahones y zapatillas de diseñador, reloj Patek Phillipe y gafas Gucci, invocando el privilegio para pagar un champú. He visto viejas chancleteando en mahones de imitación y las uñas de los pies con diseños de flores, con tres nietos a cuesta y cara de que te mata si te metes con ella, invocando el privilegio para pagar tres bolsas de papitas. Con esa no me metí. Me dio pena que le endilgaran tres nietos chillones.

El abuso no se limita a colarse innecesariamente en todas y cada una de las múltiples filas que hay que hacer en este país en bancos, oficinas y pagadurías.

El colmo es la...

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